CAPITULO XXXI
La noche nunca se me había hecho tan eterna era como si el Sol quisiera estar más tiempo desaparecido en la ciudad. Y que así el día no llegará pronto. Estaba emocionada y nerviosa.
Ya lo había decidido ir con Julian, contarle todo. Quería poder sacarme esto que tenía guardado tanto tiempo y decirle por fin lo que sentía. Sabía que esto iba a ser algo sorprendente para el, y algo que me perturbaba mucho era su respuesta.
Salí de la habitación con una sonrisa en mi rostro un buen humor que nadie podría cambiarlo, nadie. Decidí pasar a la habitación de Regina. ¿Por que no?
-¿Puedo?.-toqué en su puerta esperando su respuesta.
-Juliet.-abrió la puerta.-Pasa.-sonrió de lado.
Se notada su cara que tenía un dolor de cabeza muy fuerte, se sentó en su cama.
-No entiendo por que tomé así no recuerdo nada.-abrí los ojos como platos.-Excepto lo tuyo, nuestra conversación lo tengo grabada como si mi mente fuera una grabadora.-sonrió
Sentí un gran alivio por un momento pensé que no recordaba haberme dicho todas aquellas palabras, no voy a negar que al inicio pensé que esto se trataba de una broma de Regina, es decir no tengo bases para confiar demasiado en ella pero tampoco para desconfiar.
-¿Y que pensaste?.-colocó sus manos en su cabeza dándose un ligero masaje. Tome aire pensé un momento en que decirle. Quizás me recomiende que decir y que no.
-Decirle todo, es ahora o nunca.-me aplaudió y sonrió no sabía si lo hacía con sarcasmo así que fruncí el seño.
-No es mala idea, es lo que debiste hacer desde hace ya mucho tiempo y lo sabes.
-Pero no se cuando sea el momento.
No podía llegar de repente y decirle a Julian todo, tenía que buscar un momento adecuado y el lugar adecuado.
-Mira yo digo que sea después del concierto de hoy. El momento perfecto creo yo.
Y en realidad era un buen plan, así ya tendría el resto del tiempo para decírselo y después de su concierto no es mala idea. Sonreí
-Compralé unas rosas.-rió Regina y reí.
(...)
La noche había llegado la gran noche para mi estaba tan emocionada, lo veía tocar en el escenario solo faltaban 3 canciones. Lo veía cantar con tanta devoción, todos sus fans gritando y coreando sus canciones. No me imaginó lo que sienten los chicos. Esa adrenalina estando en el escenario, escuchando los gritos diciendo sus nombres, aplausos. Un momento de gloría para ellos.
-Juliet necesito que vayas y organices esto.-dijo Ryan dándome unos contratos y puse una mueca.
No podía hace ahora en este momento que estuviera ocupada, pronto acabarían los chicos y sinceramente no quería perder de vista a Julian.
-¿Ahora? ¿No puede ser mañana?.-Dije, no quería separarme del lugar ya faltaba poco, se que sonaba egoísta por que bueno, es mi trabajo y lo tengo que hacer.
-Lo siento pero lo necesito ahora Juliet.-sonrió de lado, le sonreí a Ryan.-Lo acabaré pronto.
Suspire echando una ultima vista al escenario, Julian volteó ¿me vio a mi? No lo sé, pero se dibujo una sonrisa en su bello rostro, respondí de la misma manera. Julian era lo que toda una chica podía pedir pero yo veía más haya de el; su forma de pensar, decir y hacer esas cosas de el me cautivaban y me hacían enloquecerme más por el. Su forma de ser nunca me cansará.
ESTÁS LEYENDO
-GLASS-(Julian Casablancas)
FanfictionUna pequeña historia que empieza en tener un trabajo que aunque pareciera simple, hizo que conociera a grandes personas que fueron y son importantes para mi, un trabajo que me hizo conocer lugares pero sobre todo conocer mejor a una persona. Una de...