Sinopsis:

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Siempre he pensado que hay un momento en la vida de cada persona que logra marcar un antes y un después.

Aquel que te hace pensar que las cosas por más que lo intentes nunca dejarán de estar jodidas y hacer ruido en tu cabeza.

Así lo ignores, finjas y rehuyas. Al final del día siempre habrá algo o alguien que se encargue de recordarte cada maldito segundo de tu pasado, justo aquel que tanto te avergonzaba y anhelabas con todas tus fuerzas poder destruir y olvidar.

Quedando por fin y completamente libre de pesadillas, temores, pero sobre todo, reencor hacia tí misma.

Y así lo fué.

O al menos por un tiempo.

Aquel tiempo en donde finalmente pude respirar con un poco más de paz y normalidad. En donde me había reconstruido. Armando un duro caparazón de piedra capaz de resguardarme de cualquier persona que intentara volver a hacerme daño.

¿El maldito problema?

Lamentablemente la piedra no era indestructible. Se podía fragmentar, y a través de la más  estrecha grieta la persona incorrecta y en el momento menos oportuno podía llegar y crear la peor de las catástrofes.

Y así fué.

Llegó él.

Damen Clarck.

Desestabilizando todo lo que con tanto esfuerzo me costó construir.

Pero las cosas no se quedarían así. Si algo había aprendido es que de tantos golpes las personas aprenden. Uno crece, evoluciona, conoce a nuevas personas, pero sobre todo, se vuelve más fuerte.

Por lo tanto, no estaba dispuesta a volver a cometer el mismo error.

Aquel que me costó un corazón roto.

Yo, Samantha White, no iba a permitir por mucho que me costara, volver a ser Seducida por un Clarck.

Un consejo.

Por mucho que él lo intente, no te dejes llevar por la tentación de aquellos tormentosos u obscuros ojos.

Y eso sin contarles que él no sería precisamente el mayor de mis problemas. Ni mucho menos mi único capricho.

Seducida por un Clarck (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora