Capítulo 12: Mía.

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RECOMENDACIÓN; Descargarse la canción Echoes Of love de Jesse y Joy para escucharla en la escena en donde se nombra por segunda vez en el capítulo. Créanme, les mejorará muchísimo la experiencia.

Ahora sí, ya se pueden ir a leer...

POV SKY:

La rapidez con la que las semanas transcurren me desestabilizan, teniendo que andarme de aquí para allá y de allá para acá debido a toda la organización —O parte de ella— relacionada al evento de baile que se llevaría a cabo próximamente —Y el cual protagonizo —en uno de los teatros más grandes y clásicos de la tan afamada ciudad de Nueva York.

Entrenamientos, acuerdos, vestuario, maquillaje y más son varios de los puntos claves que se tratan la tarde de hoy, siendo mañana la fecha tan esperada en la cual me presentaría ante mi fiel público.

Ya todo estaba fríamente calculado. Mi entrenadora personal se encarga de ayudarme a pulir los pasos ya establecidos de la coreografía, y junto al diseñador de mi vestimenta cambiamos y combinamos uno que otro detalle referente al radiante vestido.

—Te verás esplendorosa, divinura—adula entusiasmado el gran sastre que forma parte de mi equipo.

—Y será gracias a tí, Jean —Le respondo agradecida.

Minutos más tarde y ya a eso de las nueve de la noche me despido de todos, dirigiéndome dentro de un taxi al departamento de mi hermana para poder ir a descansar así sea un rato.

Lo necesitaba.

Más si quería dejarlo todo el día de mañana en el escenario.

Así pues, regresando a lo anterior, ingreso con el cabello desordenado, la ropa deportiva por las practicas un tanto sudada y los músculos molidos hasta decir basta al edificio en donde temporalmente resido, subiendo al piso correspondiente y hallándolo en completo silencio —O vacío, quien sabe—.

Samantha de seguro ha de estar encerrada en su habitación, o posiblemente en alguna salida con sus amigos.

Las cosas entre ambas aún se podían percibir ciertamente tensas luego de nuestro último enfrentamiento. No al punto como para sentenciar que estábamos enfadadas, pero sí un tanto incómodas.

No debí de presionarla, eso lo sé muy bien. Más aún así, no podía evitar el hecho de preocuparme y más con asuntos tan delicados como aquellos.

Suspirando ingreso a la habitación provisional que me han preparado Danna y Sam, siendo la primera acción que realizo el deshacerme de la ropa y dirigirme desnuda a la sección del baño.

Lavando mi cuerpo entero me disfruto de los segundos debajo del agua helada que por ahora necesitaba, tarareando en mi cabeza la pista seleccionada que danzaría la noche de mañana.

Era una pieza en definitiva única.

Hermosa, significativa y absolutamente profesional.

Mi coreógrafa y entrenadora, Elena Oliveira, había sido la recomendación justa y precisa que tanto necesitaba. Siendo ella la hermana menor de la mejor de mis mentoras en secundaria, Jennifer.

Elena Oliveira era una mujer de treinta y ocho años muy bien mantenida. Estricta, demandante y como toda digna miembro de su familia, una líder.

Ella al igual que su hermana se habían encargado de instruirme para ser de las mejores —por no decir la número uno —en todo lo que al baile se refiere.

Formando un arduo equipo de trabajo en donde codo con codo nos abríamos camino al éxito.

Por consiguiente, y tras terminar mi muy necesitada ducha, salgo de ella enrollada en una blanca toalla, secándome, vistiéndome con un conjunto de shorts y franela de pijama, envolviéndome a mí misma dentro de las enormes sábanas que me cubren de pies a cabeza.

Seducida por un Clarck (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora