Capitulo 32: La venganza de las Damas de honor.

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POV SAM:

Eran aproximadamente las dos de la tarde. Sábado, finalmente a un día de culminar la semana.

Los últimos día han estado bastante tranquilos a mi parecer. Enfocándome a un cien por ciento en mi carrera.

Un par de días más. Y sería completamente libre durante toda una semana de actividades universitarias. Perfecto para el evento que se llevaría a cabo la semana siguiente, siendo el cumpleaños de Sky de gran importancia.

Sin embargo, el día de hoy, reunida con mis hermanas, la tía Sara, Elisabeth y Athena Clarck, nos centrabamos únicamente que en los detalles y preparativos de la boda de papá y Eli que cada vez estaba más cerca, a mediados de este año.

Ya la decoración, la reserva del lugar, el sacerdote y la animación estaban listas. Faltando las invitaciones, comida, bebidas y los vestuarios. O al menos el de las Damas de honor y los padrinos.

Elisabeth ya tenía preparado su vestido. Al igual que mi padre su traje de novio.

Ahora bien, terminando de almorzar en un divino restaurante las chicas y yo nos retiramos del lugar, recorriendo los pasillos del centro comercial en dirección a la tienda de moda perteneciente a una de las amigas de Elisabeth.

Hoy estábamos todos reunidos para seleccionar los vestidos de dama. Siendo mis hermanas, Athena y yo las seleccionadas para llevar a cabo dicho papel. Y mi tia nuestra acompañante para ayudarnos con la elección de los vestidos.

—¡Elisabeth, cariño! —una mujer de mediana edad, delgada, alta y de silueta estilizada se apresura en abrazar a Eli, quien la recibe entusiasmada al depositar dos besos en sus mejillas —¡No sabes lo mucho que me emocioné al enterarme de la noticia! ¡Felicitaciones!

—Gracias a ti, Sole. No sabes lo feliz y afortunada que me siento cuando me invitaste a tu Boutique de novias. Eres toda una sensación.

—Ay cariño, por favor. ¡Con una modelo como tú era una ofensa no ponerme a la orden para sus vestidos! —Ambas ríen en confianza, dando paso a Elisabeth de girarse un poco para presentarnos. —¿Y estás preciosas muñecas quienes son? —La amiga de Eli nos tiende una mano con su radiante y sincera sonrisa, mirándonos de pies a cabeza con admiración y amabilidad.

—A Athena ya la conoces, es mi sobrina —señala a la pelinegra quien se le acerca para abrazarla, separándose seguidamente para darnos paso a mis hermanas, a mi tía y a mi persona —Ellas son las hijas de Steve, y mi cuñada Sara.

—Jesucristo. ¡Que envidia les tengo a sus genes! —nos rodea para analizarnos desde la punta de nuestros pies hasta la cima de nuestras cabezas, cruzándose de brazos y posteriormente tomando su barbilla de forma pensativa —¡Traigo en mente tantos atuendos para ustedes!

—Un gusto, yo soy Sara White —la tía procede con todo el protocolo al conocer a una nueva persona, y la verdad no culpo a la amiga de Eli por observarla fascinada.

Sara White era guapísima a sus ya pasados cuarenta años.

Curvilínea, firme, y de aura jovial.

Siempre de alma joven, y apariencia fascinante con su cabello corto, lasio, y brillante. Piel de porcelana con una que otra expresión facial, y sonrisa arrolladora capaz de desarmarte.

Un amor de mujer. Como a su vez toda una leona cuando de relucir su carácter se trata.

Tras presentarnos mis hermanas y yo procedemos con ingresar a la tienda, la cual elegante y chic nos da la bienvenida con centenares de vestidos y mujeres pululando por todo el sitio.

Seducida por un Clarck (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora