POV SAM:
Días más tarde...
Los cálidos rayos del sol calientan suavemente la piel de mis mejillas, frunciendo la nariz no paro de releer por millonésima vez el texto ubicado frente a mis ojos, orando internamente para encontrar la tan ansiada respuesta que necesito para resolver el caso planteado por uno de mis profesores de clase.
Justo ahora me encontraba estudiando, apartada de todos los alumnos y los problemas que sus vidas pudiesen obtener, de seguro rozando el borde del delirio al encontrarnos insanamente repletos de tanta tarea.
O al menos ese era mi infortunado caso.
Ultimadamente había descuidado tan sólo un poco el tema de mis estudios, nada por qué preocuparse realmente, pero sí lo suficientemente relevante para ponerle un stop a todo el drama circulante en mi vida, y empezar a organizarme nuevamente con todas las actividades académicas que tenía por realizar e investigar.
Nunca nadie dijo que volverse la mejor de las abogadas sería un plan sencillo.
Suspirando muerdo ansiosa la punta de mi bolígrafo, seguramente manchando parte de él con mi siempre fiel labial rojo. A mi alrededor no se encontraban cerca más de tres estudiantes, ubicándome en una de las zonas más recónditas y alejadas del edificio central del campus universitario de la NYU.
Me gustaba estudiar aquí en ocasiones. Más cuando no necesitaba molestias e interrupciones que pudiesen afectar el buen equilibrio armonioso de mis horas de estudio.
Sobre la mesa que uso un montón de cuadernos, apuntes y lapiceros yacen regados por la superficie, teniendo a mi lado izquierdo una pequeña barra energética que me recomiendan en el gimnasio al que asisto, y al otro un humeante vaso de moccachino sin azúcar tibio.
Diez, veinte, treinta y sesenta minutos después continúo centrada en lo mío, suspirando un poco ofuscada al seguir completamente bloqueada con la obtención de la resolución del caso que me han asignado.
—¡Mierda! —me masajeo las sienes agotada, empezando a considerar que no me vendría mal unos cuantos minutos de descanso.
Suspirando empiezo a recoger cada una de mis cosas hasta acomodarlas dentro de mí cartera, y ya para cuando adentro uno de los mechones sueltos de mi cabello en la parte trasera de mi oreja un destello oscuro es captado por el rabillo de mis ojos.
Oh, cielos, no...
Gruño enfadada, admirando como a un par de mesas y de lo más tranquilo Aaron Black me observa con uno de sus malditos cigarrillos posado entre sus carnosos labios, detallando la manera en que me muevo como el muy hijo de perra meticuloso que es.
Hoy más que nunca no lo soporto.
Tenía ya un buen tiempo sin verlo. De hecho, la última vez había sido la noche de las carreras, aquellas que no terminaron muy bien que digamos para mi y mis traicioneras hormonas, y ni hablar de mi gran intolerante orgullo.
Maldito Black. Ruedo los ojos al rememorar su brusca partida, empezando a ponerme de pie y metiendo toda velocidad cuando descubro sus intenciones por intentar acercarse.
Su melena oscura luce revuelta como siempre, la palidez de su piel tiene esa misma apariencia de aparentar ser jodidamente suave, y a diferencia de ocasiones pasadas, una ligeras ojeras adornan el contorno de sus profundos ojos.
¿Largas noches, eh Black?
Repiqueteando la aguja de mis tacones contra el suelo de mármol de uno de los gigantescos pasillos prosigo con mi camino, a segundos de cantar victoria tras mi exitosa salida hasta que distingo el tacto helado de sus largos dedos enrollándose en torno a mi brazo desnudo.
ESTÁS LEYENDO
Seducida por un Clarck (II)
Romance⚠️Libro II de la TRILOGÍA CLARCK⚠️. ..... Un pasado doloroso. Un presente cargado de intensas emociones y... Un futuro peligrosamente incierto. ¿Podrá el pasado superar a un nuevo presente?. Nuevas venganzas, mentiras por descubrir y...¿Cómo no? a...