POV SAM:
—Damen —Frunzo los labios en una tensa línea recta, afianzando el agarre sobre mi pequeña cartera cuando lo veo.
Tan relajado que me enerva la sangre, luciendo aquel maldito traje a tal punto de aparentar ser un hombre decente y correcto. Muy contrario a lo que su caótica existencia en realidad representaba.
Todas y cada una de las personas alrededor de la mesa ubican su mirada tensa y preocupada sobre los dos. Casi como si se esperaran que en cualquier segundo me avalanzaría sobre el hombre de hebras rubias, dispuesta y gustosa por arrancarle aquellos malditos glaciares que lleva por ojos.
—Buenas noches —musito serena y sin más. Negándome a ceder ante el desafío y la provocación que anhelaba el muy maldito.
Tomando asiento en medio de mis dos hermanas saludo a mi padre y a su novia, ahorrándome después la hipocresía de tener que dirigirle la palabra a alguno de los tres hermanos Clarck.
Los cuales, de una increíble manera se veían inhumanamente hermosos. Con aquel celeste tan llamativo que me causa asquerosa envidia.
Siendo el de mayor cambio el menor de ellos. El cual, había abandonado la apariencia un poco delgada, paliducha y de baja estatura, a una impresionantemente musculosa, de gran tamaño y sensualmente llamativa.
Igual de hermosos, mentirosos y conflictivos.
Todo lo que los rodea sale herido. Y que mejor ejemplo para ello que mis hermanas y yo.
Tratando de enfocarme en lo que comenta papá y Eli sonrío, obviando y evitando las miradas para nada disimuladas que arden en mi cuello y pecho cubierto provenientes de la mayor de las escorias.
La cual, a diferencia de los demás, no ha recitado ni una sola palabra en lo que va de la cena desde su innecesario saludo.
Mejor así, supongo.
No necesitaba que le echara más leña al fuego. Ni que me arruinara exitosamente el día con sus insoportables ridiculeces.
Suficiente había tenido ya.
Por consiguiente, la conversación se traslada y enfoca en los recientes éxitos de mi hermana Sky, la cual sonrojada agradece mientras se muerde el labio notoriamente nerviosa. Evitando al igual que yo, la mirada desarmadora de uno de los hombres de ojos azules que se fija en todo momento en ella.
Esta situación era muy extraña. Demasiado.
Tan pero tan irreal que pareciera un patético en innecesario chiste. Siendo del tipo de conversaciones tan banales y superficiales que me generaba incomodidad. No pudiendo volver a sentir ni un poco de bienestar entre ambas familias.
No con tantos asuntos en medio. Y el palpable odio y rencor habitando en más de uno.
Además, por ésta misma razón era que habíamos evitado a toda costa el volver a reunirnos durante varios años. Ya que era tan pésima y caótica la relación entre los sobrinos de Elisabeth, mis hermanas y yo, que la simple idea de respirar en el mismo lugar me causaba arcadas.
No cuando no lograba olvidar. Aferrada al dolor de una traición que uso a mi favor para refugiarme en contra de aquellas personas que quisieran nuevamente hacerme daño.
Y hablando de daños, voy yo a revolcarme con uno de ellos.
Sin querer el nombre y la mirada de Aaron se instalan en mi cabeza nuevamente, causandome un tremendo calor al rememorar todas las cosas que estuvimos haciendo durante el día.
Detente. Me ordeno contrariada.
Pero no es hasta que accidentalmente cruzo la vista con aquella de aura tormentosa que me escudriña que puedo dejar de hacerlo.
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Seducida por un Clarck (II)
Romance⚠️Libro II de la TRILOGÍA CLARCK⚠️. ..... Un pasado doloroso. Un presente cargado de intensas emociones y... Un futuro peligrosamente incierto. ¿Podrá el pasado superar a un nuevo presente?. Nuevas venganzas, mentiras por descubrir y...¿Cómo no? a...