S I X T Y F O U R

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Los últimos dos días no ha alcanzado para estar en tranquilidad, y sentirnos acompañados, casi la mitad del tiempo nos la pasamos haciendo cosas externas a nosotros, porque buscamos entretenernos, aunque también la otra mitad del tiempo nos la pasamos hablando.

Últimamente Harry también ha notado mi falta de sueño, o quizás solo es insomnio, siempre he utilizado la noche para pensar, y desde que comencé la preparatoria la he utilizado para estudiar hasta ahora, que solo mi noche se llena con el ruido dentro de mi cabeza haciéndome recordar cosas que no sabían que estaban ahí, haciendo que quiera repetir momentos y otro borrarlo por completo de mi memoria.

Ayer en la noche después de haber decidido irnos a dormir había logrado dormir al menos unas dos horas quizás, nos habíamos acostado como a las once y media o doce de la noche, realmente ni siquiera me di cuenta, tenía tanto sueño que caí en los brazos de morfeo rápidamente.

Pero me basto con despertarme por alguna incomodidad que aún no logró reconocer, y después de aquello me había quedado despierta, había decidido estar en mi celular para evitar darle cabida a pensamientos, porque sabía que me iba a torturar durante la noche y no deseaba limpiar mis lágrimas con Harry dormido a mi lado.

Aunque muy en fondo de mi subconsciente deseaba decirle absolutamente todo, y obtener un abrazo, y mimos de su parte, porque realmente me reconforta.

Durante las dos y media de la noche me había despertado y había decidido separar mi anatomía del chico que dormía plácidamente al lado de mi para no molestarlo, sin embargo a partir de la tres y media había recibido un mensaje, haciendo destacar que le estaba quitando los datos móvil a su celular, el celular había sonado haciendo que su sueño se interrumpiera abruptamente.

—¿Ally? —se talla los ojos y quiero morirme por la vergüenza—. ¿Sucede algo? —arrugo mi nariz y niego con la cabeza.

Su voz ronca sonando por toda la habitación me causa escalofríos.

—No puedo dormir. —confieso en un susurro audible.

El pasa un brazo por encima de mi anatomía, envolviendolo entre mi cintura y me arrastra hasta tener mi espalda contra su pecho, haciendo que sienta más cerca su respiración pesada por el exaltó de su despertar abatido, y el hundimiento de su estómago con cada respiración dada. El calor que emana de su cuerpo logra hacerme sentir casi extraña, claro de una forma positiva que aún no se describir.

—¿Quieres que hablemos? —pregunta en un susurro acercando su boca a mi oído para que pueda escucharlo—. Puedo hacerte compañía mientras intentas dormir un poco. —me volteo entre su abrazo apretado y quedamos pecho contra pecho.

Y no me doy cuenta de que tan cerca estamos hasta que logro voltearme completamente y nuestras caras están separadas solo por pequeños centímetros, y solo soy capaz de sentir como su aliento tibio y su transpiración sale por la nariz y pegan de lleno en mi cara.

—Sufro de insomnio, no creo que aguantes hasta que logre dormir —mis manos suben hasta su rostro y delineó uno de sus pómulos con mi dedo índice, mientras mi otra mano está posada debajo de su mejilla como si tratará de sostenerlo entre ellas—. Es mejor que vayas a dormir tú, es tardé.

Él parece no prestarme mucha atención, porque puedo lograr darme cuenta que solo se concentra en el movimiento de mis labios, y se lo que busca y lo que desea con ese gesto, aunque no soy capaz de dar el paso para ofrecerle esa caricia que anhela.

No pasan muchos segundos después de que hablo hasta que siento como sus labios se juntan a los míos en un dulce baile.

Cierro mis ojos por inercia y solo soy capaz de tomar impulso del beso por mis manos aún puestas en su cara, atratendolo hacía mi para volver la caricia un poco más urgente sin perder el cariño y la dulzura dentro de la misma.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora