Corro con fuerza por las calles, ya estaba llegando a la colina y tomo aire antes de subir trotando hasta allá, mis piernas tiemblan y estoy segura de que gotas de sudor corren por mi cuerpo.
Tomo una respiración honda y comienzo a retomar mi carrera, corro por dos calles más y me preparo para subir, trato de ir lo más rápido que puedo, pero en un momento mis pies parecen enredarse y caigo al suelo en un golpe seco.
Limpio mis manos y codos antes de pararme de mi puesto y cuando trato de ponerme de pie un dolor punzante en mi tobillo me hace tambalearme en mi puesto y caer de nuevo en el suelo.
—Mierda. —un gemido de dolor sale de mi boca y trato de no llorar, el dolor parecía intensificarse con el tiempo.
Mi primera acción es buscar mi celular entre los bolsillos de mi hodie y no hay nada, otra maldición sale de mis labios y comienzo a desesperarme.
Miro a los lados en busca de alguien y solo venía una persona corriendo con una sudadera negra y tapaba su cara con algún tipo de bandana.
Mi corazón se acelera, es de noche ¿Que posibilidades hay de que ese hombre que tapa su cara sea verdaderamente bueno?
Tragó saliva nerviosa y trato de pararme de nuevo, sabía que el camino a casa era lejos, pero no iba a dejar que alguien me llevará sin siquiera escapar o luchar un poco por mi vida.
—Mierda, mierda. —los sollozos salen de mi boca por el dolor punzante, trato de dar saltos para no apoyar el pie.
—¡Oye! ¡¿Todo bien?! —escucho sus exclamaciones y se que se acerca hasta mi y un grito se construye en mi garganta.
Sigo dando saltos un poco más apresurada por el miedo que recorre por mis venas ahora, pero de un momento a otro siento como estampó mi cara contra la acera fría.
Mi llanto parece intensificarse cuando siento que sus pasos se acercan hacía mi, ni siquiera me molestó en darme la vuelta cuando siento su respiración agitada.
El me da la vuelta con delicadeza y examina mi cara con detenimiento y ni siquiera se molesta en quitar el pañuelo de su cara, se mantiene oculto ante la penumbra de la noche, sabiendo que corría de su presencia.
Tan solo puedo ver sus ojos, ojos claros que me dejan si habla, y un poco hipnotizada.
—N-no me hagas nada —digo cuando logro salir de mi trance y siento que está a punto de tocar mi cara—, no tengo nada. —digo algo nerviosa.
—Solo voy a ayudarte —habla lento y ronco, y tan solo puedo concentrarme en ver sus ojos—. ¿Vives cerca? Creo que puedo llevarte a casa.
—No —niego, vivía mucho más lejos de la colina—. ¿Puedes llamar una ambulancia? —me quejo, ya no solo era el dolor de mi tobillo sino el ardor de alguna herida en mi cara.
—Lo lamento —veo como ve a los lados un poco preocupado y no puedo estar más que confundida por sus gestos—. Puedo llevarte a mi casa y de ahí llamas a alguien.
¿Por qué no llamaría a una ambulancia? Debí haber corrido más, estaba a punto de ser atrapada por alguien que ni siquiera dejaba revelar su cara, y yo estaba completamente a su merced.
—¡¿Qué?! ¡No, no, no! —digo negando y tratando de arrástrame por el suelo, por más que sea no iba a dejar que me llevará con el.
—No puedo estar mucho tiempo afuera ¿Bien? —dice un poco alterado—. Y tampoco pienso dejarte aquí, llamaré a la ambulancia cuando estemos en mi casa, no me hagas perder el tiempo.
Su comentario pareció duro, pero la desconfianza no dejaba de pasar por mi mente, este hombre fácilmente podía llamarla desde aquí.
—No hagas nada, apenas y te veo hoy y...

ESTÁS LEYENDO
High Hopes H.S.
Teen FictionTenía que tener grandes esperanzas para ganarme la vida... Historia inspirada en entrevistas y experiencias de de fans, no específicamente de Harry o One Direction, todo esto ha sido de recopilaciones que he hecho de mucho cantantes, para terminar h...