T I R T H Y F O U R

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—Ally ¿Cómo estás? —él se acerca a mi y me toma de la cintura para darme un beso.

Pero apenas siento el suave roce de sus labios con los míos, me alejo inmediatamente y él me ve extrañado, aun manteniendo su brazo derecho en mi cintura.

—Necesitamos hablar Harry —el alza sus cejas con incredulidad y me siento un poco enojada—, aunque sea cinco minutos. —aunque mi tono de voz no es fuerte se que suena lo suficientemente serio.

—Allyson está mañana perdí casi todo mi tiempo buscándote —¿Perdón? Lo que acaba de decir me ha caído en el hígado—, solo vine a saludarte y preguntar cómo estás, porque no estaré libre hasta la noche, así que aplazaremos la conversación ¿Bien? —respiro profundo y niego con mi cabeza, había llegado a mi límite.

Quito su brazo de un manotazo y me apartó de él viéndolo mal, al parecer no le bastaba que por ser indiferente conmigo por dos días seguidos él había provocado todo lo de ayer, porque por la indiferencia jamás tomo el celular en toda la noche para contestar mis llamadas.

—Bien, supongo que no vamos a hablar —me encojo de hombros y pongo los ojos en blanco—, yo no voy a atrasar mi vuelo a California, lo siento. —me doy la vuelta ya muy enojada y él me toma de un brazo sin ejercer mucha fuerza.

Él nos dirige a ambos hasta el bastidor a dónde había llegado en el medio día.

—¿Piensas irte a California? —pregunta con un tono de vos herido—. ¿Por qué Allyson? —él parece estar atascado en emociones.

—¿Lo que pasó no te parece una razón? —me alejo de su toque, porque de una u otra manera ya me estaba molestando de cierto modo estar a su lado—. No lo iba a hacer —revelo—, pero justo ahora me has dado más razones para irme. —me cruzo de brazos.

—Allyson me prometiste no ser egoísta contigo y quedarte a pesar este mes conmigo. —una risa incrédula se me escapa y el me ve con extrañeza.

—¡Esto ya no es egoísmo! Vine hasta acá contigo y los dos primeros días me trataste terrible pero lo deje pasar, pensé que estabas ocupado, pero lo de ayer solo colmo el vaso Harry —muevo mis manos mientras hablo y él solo me ve con una expresión que siquiera puedo describir ahora—, te llame demasiadas veces y tú colgaste la llamada, pensé que solo era un problema de mi celular, pero a John no le podría estar pasando lo mismo, y mucho menos cuando contestaste una llamada por "error" y colgaste de inmediato.

—¡Está bien! —parece alterarse y se recuesta de la puerta soltando un suspiro pesado—. Lo admito te estuve evitando porque me sentía avergonzado ¡Y deberías entenderlo!

—¿Por tres días? —es mi turno de suspirar y niego con mi cabeza—. Te dije que estaba bien, y te di tu espacio, pero no te perdono que no te dieras cuenta que no estaba en la habitación y para más me colgabas la llamada como si se tratara de un extraño.

—¡Fue culpa de Steve! —alzo una ceja y me rio sin una mínima pizca de gracia.

—Oh claro ahora tu guardaespaldas también decide que llamadas contestar ¿No? —pongo los ojos en blanco de nuevo y tomo mi bolsa y me la guinda en mi brazo—, Harry quiero que me respondas está pregunta con la mayor sinceridad ¿A qué hora te diste cuenta que no estaba en la habitación contigo? Si me dices que antes de la una de la mañana me quedo, pero si no es así tendré que ir a buscar mi boleto.

—¿Si contesto con sinceridad puedes quedarte? —me sentía extraña, tenía un remolino de sentimientos.

Estaba enojada y exasperada, pero también tenía necesidad de quedarme, porque también lo quiero, y ya su mirada arrepentido me daba estragos en mi estómago.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora