T W E N T Y F I V E

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—Pienso que es una de las cosas más significativas en mi vida, pero se aprende a vivir con eso, así que es mejor que hagas lo que tienes que hacer, no puedes controlarlo —me acomodo en el asiento mientras el comienza a manejar—, ¿Crees que pueda irte a buscar a la universidad mañana? Se que no tienes que ir al restaurante ni mañana ni el martes, y así podemos pasar un momento juntos.

—No lo sé, solo mírame, ayer fue difícil conciliar el sueño, y hoy va a ser peor, no se que me voy a encontrar en casa y...

—¿Ya cenaste Allyson? —y tapo mi cara en todo el día estuve tan ocupada, que mi única comida del todo día fue un sándwich.

—Si, claro —no quería que se preocupara más por mi, ya bastaba con todo lo que había sucedido—, ¿Hoy que hiciste? —se me ocurre preguntar.

—¿Qué cenaste? —aleja un momento la vista del camino y me vez fugazmente—. Seré directo —aparta su mano del volante un momento para hacer un ademán—, no te creo.

—No tengo ganas de cenar, el jarabe además de tenerme dopada por algunos instantes, me tiene revuelto el estómago —estiro mis manos y apoyo mi hombro en el respaldo del auto—, ¿Podemos solo omitirlo? —el amplia su mirada y respiro profundo.

—¿Podemos pasar la página de las discusiones? —pregunta y pongo mis dedos en el puente de mi nariz.

—Siquiera dije algo malo. —suelto el aire y pongo los ojos en blanco.

—Ahi está la señal —canturrea y apuesto a que te Vi un gesto de fastidio—, cuando suspiras y sueltas el aire es la señal, ¡Oh y cuando...!

—¡Cállate! —lo interrumpo y logro reconocer su expresión de sorpresa.

—Creo que no te dije nada malo para que subieras el tono así —tapo mi cara y restregó mis manos por mi cara varias veces, no tengo ni una sola excusa para decir el porque hice eso—, pero...

—Lo siento —digo sin aún quitar las manos de mi cara—, sentí que te burlaba de mí —digo avergonzada—, y no quiero poner alguna excusa, pero no he dormido absolutamente nada y eso me irrita un poco más.

—Ya me di cuenta —suena sarcástico—, quiero que sepas que hoy llego tu papá a mi casa preguntando por ti, yo no estaba en casa, y le dije que estabas conmigo y que tú celular estaba descargado.

—¿Qué? —lo veo y el estaciona el auto al frente de mi casa—. ¿Por qué me buscaba?

—No quiere que este contigo Ally —sonrie incómodo—, no pensaba decirte eso, pero tú verás que barreras te pondrás.

—¿Qué tratas de decir? —alzo una ceja un poco aflijida.

—Allyson, te pones una barrera inexistente para todo —me ve serio y lo imitó—, es como si de verdad yo no te interesará, por cada mínima cosa tienes una excusa, y ya verás que está será otra más. —me rio sin gracia y el me ve expectante.

—¿Sabes desde hace cuanto tiempo mi papá me ha dicho que no me quiere ver contigo? —pregunto con cierto tono de severidad—. Y yo misma me te lo he dicho, pero está bien, yo puedo crear una barrera inexistente, que tú mismo has levantado. —lo señaló.

Así que no pierdo más tiempo y me bajo del auto, sin siquiera molestarme en despedirme o disculparme, estaba lo suficientemente enojada para dejar todo así, y disponerme a pasar otra noche de porquería.

—¡Ally! —me toma del brazo con algo de fuerza y lo veo molesta—. Lo siento, lo siento mucho, se que has tenido un día de mierda pero no puedes solo tratarme así. —suena vulnerable y me quiero golpear contra la acera.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora