Pasaban de las tres de la tarde y era llevada de nuevo al médico para que observará como seguía.
Había pasado ya dos meses del suceso y escasas veces he salido de mi casa, hay veces que me quedo viendo por horas en mi ventana si pasa trotando, pero si lo hacía sabía que si me atrevía a saludarlo el ni se inmutaria, lo había dejado claro la última vez sin siquiera decirlo.
—¿Te duele cuando hago esto? —mueve un poco mi pie y niego—. Apoyate en el. —me para de la silla y se siente raro caminar con el después de tanto tiempo con una bota.
—No me duele. —afirmo y ella asiente con su cabeza.
—Puedes seguir haciendo las terapias si lo deseas, pero estás mucho mejor, y si piensas salir a trotar de nuevo, calienta antes de comenzar hacerlo, pero yo te recomendaría salir a caminar, y ya dentro de un mes salgas a correr pero calentando antes ¿Bien? —asiento con la cabeza.
...
—Ally —Dylan se para frente a mi con una caja de pizza—. Hazme el grandioso favor de quitarte de mi puesto.
Lo miro incrédula y el solo pone los ojos en blanco mientras espera a que le dé su puesto.
—Dylan hay como seis puestos más —me acomodo mas en el Sofa—, además aquí no dice Dylan. —me burló.
—Ve a correr —dice en un gruñido—, ve y fracturate el otro tobillo, o el mismo, si puedes. —me ve fijamente y ruedo los ojos.
—Buena idea —comento parandome del sofá y apenas lo hago el se lanza en dónde estaba—. ¿Me prestas tus llaves? —pregunto y el se come un trozo de pizza.
—Allyson mi mamá no va a volver a hacerte un juego de llaves ¿Lo sabes, no? —me siento a un costado del sofá y tomo un trozo de su pizza.
—No quiero quedarme afuera de nuevo —lo veo con un fingido puchero y el vuelve a poner los ojos en blanco—. ¿O puedes pagarme unas? —le sonrió.
—Mmm, mmm —niega—. No voy a gastar veinte dólares por la copia de cinco llaves.
—Dylan ganas muy bien en tu trabajo —me cruzo de brazos—. Si no vas a pagar mi juego de llaves ¿Qué haces con el dinero que te sobra? Porque no haces más que tragar la comida que compran mis papás.
—Eso no te interesa. —dice sin verme y se que me oculta algo.
—No me digas que el auto nuevo que tiene Andrea lo has comprado tu —si, me había parecido raro que ella tuviera un carro sin siquiera mover su trasero de su casa—, ¿Y no le quieres pagar las copias de las llaves a tu hermana? —paso un brazo por sus hombros—. Hermano si no lo haces tú yo no tendré llaves hasta después de graduarme.
—Se las puedes pedir al riquillo de la mansión —se burla y ruedo los ojos—. Te salvó de que mueras por un dolor —se burla de nuevo y gruño un poco enojada ya—, pídele las llaves, dile que las perdiste en su casa.
—Le diré a mamá que tenías el dinero para poder irte de aquí y lo usaste para comprarle un coche a tu novia.
—Tambien le pagué para que se inyectarse los labios. —me guiña un ojo y me pongo frente a el.
—Dylan, por favor. —pongo mis manos juntas y el asiente con la cabeza.
—Esta bien —pone los ojos en blanco rendido—, pero cierra la boca, yo no diré que perdiste tu manojo de llaves y tu no dirás nada del auto de mi novia.
—¡Trato! —lo abrazo apartando la caja de sus piernas y el me recibe gustoso.
—Lleva mis llaves por hoy, pero cuídalas con tu vida. —le sonrió mientras sacudo sus llaves en mis manos.

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High Hopes H.S.
Ficção AdolescenteTenía que tener grandes esperanzas para ganarme la vida... Historia inspirada en entrevistas y experiencias de de fans, no específicamente de Harry o One Direction, todo esto ha sido de recopilaciones que he hecho de mucho cantantes, para terminar h...