N I N E T E E N

748 46 36
                                    

No podía sentirme más confundida, no sabía que decir siquiera, su mirada me hacía sentir nerviosa, tanto que mis palabras aún no sale, siquiera llega algo a mi mente para poder decirle.

—¿Quieres entrar? —pregunta y niego con la cabeza.

—Tengo que estudiar, y mañana comienzo de nuevo a trabajar y me darán una noticia importante —no es una excusa, pero se siente así cuando estoy viendo surgir mi incomodidad aquí—, lo siento, puedo escribirte.

—No hay de otra —levanta sus hombros y hace una mueca—. Espero recibir al menos una respuesta en toda la semana—besa mi mejilla—, y antes de irme, te lo repito de nuevo, estoy aquí para lo que necesites.

Lo que me decía era casi irreal, conozco que siempre he sido afortunada por todo lo que me han ofrecido mis padres durante los años de vida que tengo, pero ahora solo noto como solo les interesa sus necesidades, mi nono podía morir, y ellos estaban tranquilos en casa, y lo peor de todo es que yo estaba entrando en ese equipo.

—Muchas gracias Harry —lo abrazo con fuerza, porque a pesar de haberme molestando por lo que había hecho, me había ayudado y sabía que no lo había hecho con otra intención más que ayudar—, en algún momento tenía que entrar en cuenta de que yo no iba a poder, y quizás mi única opción ibas a ser tú.

Lo escucho suspirar, y me aleja de el para hacer contacto visual, sus manos apartan mi cabello de mis hombros y dejas sus manos puestas ahí, su mirada intensa se queda fija en la mía y se me es casi imposible mantener mi vista fija en la de el.

Su simple vista me intimida a pesar de ser la persona más amable que he conocido en mi vida.

—Tu eres capaz de hacer todo lo que te propongas —no se porque me hacía sentir mucho más pequeña con unas palabras, pero aún así lo escucho, quiero terminar de escuchar lo que me dice—, tu pones tus límites.

...

—¡Allyson! —cierro mi portátil y bajo las escaleras para ver quién me llama—. ¿Qué es esto? —mi papá tiene un papel entre las manos que no alcanzo a leer.

Cuando terminó de bajar las escaleras, lo veo con confusión y estiró mi mano para que me deje ver el papel.

—¿Un recibo? —digo confundida y el asiente, cuando veo el nombre del recibo, siento como el desayuno se me devuelve.

—¿Por qué? —pregunta cruzándose de brazos y respiro profundo con los nervios de punta—. Allyson, siempre repito lo que pido, y una de esas cosas era que respetarán lo que yo tengo que pagar, tu todavía no eres nadie para estar pagando mis cosas —muerdo mi labio y me siento confundida y enojada, siquiera me había preguntado de dónde había sacado el dinero, porque realmente era lo que me preocupaba más—, le di un paralizado a tu madre, quería hasta sacarte de la casa, así que piensa muy bien lo que haces.

—Son unos insensibles, ¿Cuando pensabas pagar para que pudieran operar a mi nono? ¿O a caso lo ibas dejar  morir? —era obvio que llegara la factura en estos días, ya pasaba de una semana de la operación de mi nono.

Al ver que se tarda en responder subo de nuevo y me cambio de ropa, hoy me tocaba arreglar varias cosas en el restaurante.

La noticia de la semana pasada en el trabajo fue que habría una boda en los jardines del restaurante y luego la fiesta y la cena sería dentro del mismo, y nosotros seríamos los que tendríamos que hacer todo.

Tomo las llaves de mi auto y cuando estoy a punto de abrir la puerta de la casa para irme mi mamá me detiene con un brazo.

—Dame las llaves —parpadeo varias veces y no se las cedo—, Allyson es para hoy.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora