E L E V E N

910 47 31
                                        

Me veo una vez más en el espejo y me peino un poco, salgo de mi habitación y tomo mis llaves, pero antes de hacerlo Dylan me las quita y se para justamente frente a mi.

—¿Qué quieres? —pregunto sin rodeos y el me ve casi extrañado.

—¿A dónde vas? —me ve de arriba abajo y ruedo los ojos.

Trato de quitarle las llaves pero las alza en el aire para que no lo haga.

—Solo voy a salir —suelto en un gruñido y el alza sus cejas incrédulo—, no hagas esto, solo empeoras todo un poco más, y tampoco es el tiempo para que te perdones.

El siempre buscaba los momentos más inadecuados, este no lo era, pero estaba lo suficientemente nerviosa para no aceptar una disculpa.

—Te estoy preguntando a dónde vas Allyson, no si me voy a disculpar —suena avergonzado y suspiro—, quiero que salgamos los dos. —lo miro extrañada y niego rotundamente.

—Podemos hacerlo después Dylan. —digo alejándome un poco pero el suspira cansado.

—Oye de verdad necesito hablar contigo Ally, Andrea vendrá la semana que entra a petición de mis padres y necesito que quites esa cara de perro cada vez que nos ves —trago saliva y solo quiero irme de aquí—, además necesito contarte algo muy importante, y necesito que me destu opinión Ally.

Obviamente me sentía incómoda, sentía que mis padres y Dylan ignoraban lo que yo pensaba al llegar una persona casi extraña a vivir con nosotros, ignoraban mi privacidad totalmente.

—Quiero salir yo sola Dylan, ya no quiero hablar más sobre todo lo que va a pasar, ya se que mi opinión es insignificante y no hace falta que me invites a comer algo para hacerme cambiar de opinión, déjame vivir la poca privacidad que tendré estos días. —le quito las llaves de las manos y el se queda perplejo en su puesto.

Cuando voy caminando por las calles no puedo evitar pensar en como se siente Harry, al sentir que alguien puede invadir tu intimidad en cualquier momento, me sentía vulnerable, y ocasionalmente incomprendida e ignorada, y no evito pensar en que casi siempre Harry se debe sentir así.

Y que yo pude haberlo provocado sentir así.

Cuando llegó al frente de su casa es casi como la última vez, apenas sale cuando estoy ya afuera pero está vez me lleva a la parte tracera de su casa, aprovechando el sol y la vista desde su alberca.

Después de habernos saludados y preguntarnos como estábamos nuestra conversación se había vuelto nula, quizás porque estaba muy sumida en mis pensamientos y no estaba realmente con el.

—¿Alguna vez yo te he hecho sentir que has perdido tu privacidad? —pregunto acercándome a su puesto y el me voltea a ver con confusión.

—No —frunze el ceño y una sonrisa de lado se asoma en sus labios—, Allyson por algo te invito a pasar tiempo conmigo, por algo confío en ti, nunca me has hecho sentir de esa forma.

—Lo siento. —me perdono sin alguna razón y me siento en el suelo justo al lado de su asiento.

—¿Te sucede algo? —se acomoda para verme mejor y niego con la cabeza tratando de no dárselo a demostrar, mi tema de "privacidad" era insignificante al lado de el de él.

—No, estoy bien —le muestro una sonrisa sin enseñar los dientes y el me ve confundido—, ¿Cómo te fue en tus viajes recientes? —digo sin quitar la vista de el, pero su mirada solo se vuelve ma extraña para mí.

—Muy bien —sonrie pero no me convence del todo—, después de varios meses ví a mi madre y a mi hermana, la pasé bien a pesar de todo —se encoge de hombros—. Y les conté sobre tí.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora