High Hopes H.S.

F I V E

Mi corazón late con fuerza y quiero solo irme de aquí y pretender que nada había sucedido, pero sus palabras habían caído sobre mi como un balde de agua fría.

—No estoy para hablar. —digo tratando de escapar pero el levanta una ceja con curiosidad.

Ese gesto lo había aprendido en estos pocos días, podría levantar la ceja para hacerse el incrédulo o solo por curiosidad, dependiendo mucho de la forma en la que me mira.

—Siempre pido un poco de privacidad, pero no es por quererme sentir solo —dice antes de que retome mi caminata—, No sé si lo has entendido mal.

—¿Qué? —me cruzo de brazos viéndolo—, nunca pensé en soledad —niego con mi cabeza tratando de aclarar mis pensamientos—, oye de verdad no quiero interferir en tu vida —digo aún con mi mirada fija en la de el—, me hiciste pensar que soy más que un estorbo en tu vida como cantante, siendo solo una fan —sueno resentida—, ¿Por qué ocultar un acto bueno? ¿Por qué cortar un lazo dónde podría haber confianza? —digo directamente y el hace una mueca con sus labios.

—Te dije mis razones, me gusta tener algo de privacidad.

—Puedo conseguir muchas cosas de ti por Internet ¿Realmente crees que tienes privacidad? —pongo los ojos en blanco.

—Si —asiente—, tu gesto de no decir nada me hizo tener algo más de privacidad.

—¿De que forma? —pregunto confundida—, porque algo me dice que me lo vas a volver a pedir, miranos, estamos hablando bajo la luz de un poste ¿Qué te hace creer que hoy estás protegido de una camara? Porque el día e me ayudaste tratabas de escapar.

—Aun puedo confiar en algunas personas, además de que aún no me arrepiento de haberte ayudado —mi primera pregunta es respondida y me siento extraña de cierta forma—, no me siento protegido de ninguna forma, solo te ví y quise disculparme porque sentí que la conversación del gimnasio no fue la mejor.

¡¿QUÉ?!

¿Estaba exagerando? O realmente yo tengo la razón, ¿Por qué piensa disculparse por lo de gimnasio y no por lo que pasó la otra noche?

—Mmm, bueno, estás perdonado —digo para irme y pero el me toma del ante brazo—, necesito llegar a casa ahora, así que suéltame ya.

—¿No piensas pedirme tus llaves? —las sacude el el aire y lo miro con extrañeza.

¿Por qué hacía eso? Solo me las tenía que dar y ya, obviamente nunca se las pediría, y mucho menos de tan mala disculpa.

—Puedes quedartelas —digo tajante sin siquierauiera verlo.

—¿Y qué puedo hacer con tus llaves? Ni siquiera se dónde vives Allyson. —me volteo y un gruñido sale de mis labios.

—No se, puedes botarlas, en realidad puedes hacer lo que quieras con ellas, porque en primer lugar no te las voy pedir y en segundo lugar, no quiero verte más.

—Creo que tú misma sabes que la segunda va a ser imposible —me mira burlón y pongo mis manos en puño—. Tu has dicho que mi privacidad es muy poca, por lo tanto no te va costar nada entrar a alguna red social y saber lo que estaría haciendo justo en ese momento. —levanta sus hombros y ruedo los ojos, estaba tratando de hacerme entender algo de lo que dije mal.

—Bien, no todo lo que haces está en internet ¿Feliz? —digo un poco irritada, solo había mencionado eso en forma de exageración, pero este hombre se tomaba todo en serio.

—¿Cómo estás tan segura de que todo lo que sale en internet sobre mi sea verdaderamente cierto? —cambia la conversación y quedó extrañada—. ¿Cómo estás tan segura de que no he mentido en alguna entrevista?