F O R T Y S E V E N

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—¡¿Qué hiciste?! —se exalta de un momento a otro y mi corazón se oprime—. Pensé que eran solo las puntas, o algún corte que llegara por debajo de los hombros ¡Pero te lo han dejado en el comienzo de tu barbilla Allyson!

—Gracias por tu opinión muy útil sobre mi cabello. —me adelanto en el camino y dejo de verlo un momento.

—No está mal, no se ve mal, solo estoy impresionado, no lo sé —parece parlotear y sigo mi camino un poco molesta—, ¡Allyson! —exclama—. ¿Te gustó tu corte?

—No jodas.

—Si me gustó, te sienta bien, pero no me puedes quitar el derecho de quedarme impactado. —me ve con una sonrisa de pena y saca su celular para contestar algún mensaje.

—Igual John —abro la puerta del auto rápidamente y bajo el espejo del auto para verme—, ahora hacer que me sienta arrepentida.

—No, no, no —niega repetidas veces—, te ves muy bien Ally, pero pensé que te ibas a mantener en tu zona de confort, ya sabes.

Cierro el espejo rápidamente y me hundo en el asiento de piloto y lo veo.

—No quiero admitirlo, pero me siento colmada —muerdo mi labio nerviosa—, sentía que si me desprendia de mi cabello podría aliviar algo, pero no es así de fácil.

—Ally necesitas ir con la psicóloga ¿Por qué te cuesta tanto admitir eso? —muerdo la uña de mi dedo pulgar y él la quita de inmediato de mi boca—. Hasta estás tomando nuevas manías, Ally tu salud está en juego.

—Emi y Adam me vieron con la cosa más extraña de todo el universo, y no puedo siquiera olvidar lo que dijo la última vez, y no puedo dejar de pensar que me siento así.

—No eres polifacética, al menos no del modo negativo, pero voy a ser sincero contigo, tus emociones últimamente son carentes de todo Ally —hace una mueca de lastima y me siento mucho peor—, me preocupa mucho, porque pensé que era él único que lo notaba, pero la rareza en la vista de Emi y Adam es porque actúas así.

—¡Actuó como lo haría normalmente! —hago un gesto con mis manos y el niega con su cabeza.

—No es así —me señala con su dedo índice—, porque hasta Emi me habló personalmente hoy, y no específicamente porque le preocupara sus hijos, ¡Si no tú!

Trago saliva fuertemente y enciendo el auto para ir tomando camino a casa, y finalmente a trabajar, porque ya era muy tarde para poder ir a ver a Harry.

—¿No vas a decir nada? —me sigue interrogando—. También me preguntó cuándo es tu próxima cita con psicólogo, porque tú actitud a cambiado desde el acontecimiento con tu madre.

—Ella tiene el papel con las próximas citas, así que no debería haber ninguna preocupación, siempre voy a terminar yendo Amis citas no entiendo su desesperación. —yo misma había tomado ese papel está mañana y lo había tirado en la basura.

Solo pensar en volver a la clínica me daba ganas de vomitar, me hacía estar nerviosa y desesperada, tenía que hacer de todo para no volver allá.

—Y misteriosamente se perdió ¿No te parece una coincidencia? —me encojo de brazos y no me atrevo a verlo en ningún momento.

Se que hablaba sarcásticamente, pero no iba a revelar aquello, decirle que no quiero volver allá es como una sentencia de muerte a mi persona.

Cuando llegamos a la casa de Emi no dejo de pensar en aquel acontecimiento de la mañana y en como obtuve el valor de tomar el recibo de una de las gavetas de la cocina y botarlo en el baño.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora