vi. Porque te quiero

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NARRADOR OMNISCIENTE


Ya todos estaban ansiosos por las vacaciones de Navidad. Unos subían y bajaban escaleras con sus maletas detrás de ellos, otros simplemente iban felices por los pasillos. Todos estaban felices porque las clases no estaban hábiles. Todos excepto Tom.

Él era lo que menos quería, ¿por qué?, el orfanato. Él no era muy bien recibido ahí, en Hogwarts podían tenerle miedo pero en el orfanato no era así, todos se encargaban de recordarle que es un chico raro y nadie lo comprendía jamás, sobre todo Christian Rogers que se encargaba de atormentarlo cada día exponiendo lo 'raro' que era para estar en ese lugar. Aun así prefirió quedarse las vacaciones de Navidad en el colegio, mejor para él. Menos alumnos, más privacidad, biblioteca solo para él, casi nadie se quedaba en las vacaciones de Navidad en el colegio, tal vez máximo 5 chicos por cada casa.

Tom no quiso perder más tiempo y se dirigió a la biblioteca. Buscó libros de pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras y comenzó a leerlos, buscaba la manera de entrar a aquella sección prohibida y aterradora para muchos, pero su gran intuición le decía que en esa parte de la biblioteca encontraría las respuestas de la mayoría de sus preguntas. 

Del otro lado del castillo, se encontraba una enojada Pryxtine discutiendo con su hermano.

Desde aquel encuentro que tuvo Tom con Orión en el lago observando la escena de Pryxtine con su enamorado en el lago, los dos se encargaron de hacer que estuviera John lo más separado de los labios de Pryxtine.

Tal vez Orión ni Tom se dieran cuenta pero eran algo parecidos, o quizá jamás se den cuenta, pero ambos tenían un objetivo en mente: Separar a John Avery de Pryxtine Black. Lo estaban logrando a paso lento, ella se estaba empezando a dar cuenta de que su hermano detestaba aquel chico con toda su alma. Mientras tanto, Tom, se mantenía alejado vigilando con sigilo los pasos de Pryxtine, ella no se daba cuenta de que alguien más la cuidaba.

— ¿Por qué no me dejas ir a casa de John? Solo será un día— preguntó la puberta con lágrimas picando sus ojos.

— ¡Porque no Pryxtine!— se cansó Orion de discutir con su hermana terca; ella se sorprendió por cómo la llamó su hermano, el jamás la llamaba así, siempre le decía 'Pryx' o princesa.

Ella lo miró sin decir ninguna palabra. Estaba un poco confundida, sus lágrimas comenzaron a salir solas por el berrinche del momento, tal vez le dolió un poco que su hermano la llamara por su nombre y no su apodo más que por el permiso.

El notó aquel sentimiento de su hermana y se arrepintió un poco, pero aun así se reprimió así mismo diciéndose que estaba bien, que tenía que ser un poco duro con ella para que entendiera que John Avery no era el chico indicado para ella y no era buena idea que visitara a su familia, no eran buenos para su hermana inocente que no veía cómo la gente también tenía maldad. Algo que la caracterizaba a ella, era que siempre veía el lado bueno de las personas. 

Orión se preocupaba un poco por eso, pero sabía que su hermana era demasiado inteligente como para cambiar su forma de pensar y madurar con el paso del tiempo en el colegio, tenía la idea de que ella aprendiera sola de sus errores aunque le doliera no ayudarla, era la manera en que ella sola podía madurar.  

—Lo siento Pryx, pero no irás, yo no iré a casa me quedaré aquí y sé que tú tampoco no quieres pasar Navidad con nuestros padres— Orión se acercó a su hermana que estaba parada escuchándolo y mirando a un punto no fijó. Él la abrazó — me quedaré contigo, tendremos una bonita Navidad este año lejos de casa— ella le correspondió el abrazo pero a Orión no le importo mucho sabiendo el enojo de la chica y besó la frente de ella—Te lo prometo.

ℭ𝔥𝔞𝔫𝔤𝔦𝔫𝔤 𝔱𝔥𝔢 𝔖𝔫𝔞𝔨𝔢;𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora