Capítulo 47

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La puerta se abrió con lentitud, afuera se encontraban varias personas, pero solo observó a Kay.

- Me gustaría hablar con su majestad.

El emperador le observó de reojo, se movió sin decir nada e ingresó una vez más a la habitación. En ningún momento deshizo el hechizo de insonorización que había sobre el espacio.

Fiama volvió a tomar asiento; en esta ocasión ingresó Valdovino, el pequeño se había quedado dormido y no tuvo corazón para despertarlo, pero pronto se unió a su dueña al notar su ausencia. Se recostó sobre sus piernas y aunque parecía despreocupado estaba atento de la situación que se desarrollaba.

Kay no se acomodó en el sillón, más bien se dedicó a mirar fuera, la gran ventana le daba la vista de aquel bonito y cuidado jardín que mandó a construir para el deleite de la princesa.

- Los pergaminos.

- Desaparecieron - la niña no demoró en responder, la expresión seria y la voz en tonos bajos eran impropios de ella - He visto al emperador Akergin.

- Lo imaginé.

- Ha dicho muchas cosas.

Kay asintió, lo sabía, o más bien podía concluir aquello con el conjuro que nunca se activó con el ni con sus antepasados.

- Hablo sobre los Lebca.

Apenas entonces él reaccionó, se giró para mirar a la niña y por un instante sus ojos parecían tener emociones contenidas.

- ¿Es así?

- Por supuesto. Es por eso que me gustaría obtener algunas respuestas de su majestad.

- ¿Estas segura? Lo que has escuchado de Akergin iba dirigido solo hacia ti, sería imprudente revelarme esta información. - caminó un poco hasta que se recostó contra una pared y cerraba los parpados en el proceso.

- Lo sé, es por eso que lo que preguntaré no tendrá que ver con lo que se me dijo, o al menos eso creo.

- ¿Qué es lo que quieres saber? - se mantenía tranquilo, aquello no parecía tener que ver nada con su persona, aún así, por dentro se estaba desestabilizado.

- Ya he escuchado antes ese nombre. Recuerdo que cuando la señorita Alide estuvo aquí, Lina usó esa palabra como un insulto.

Abrió sus ojos una vez más, parecía disconforme, no había escuchado de este altercado entre ambas, Mikhe no le mencionó nada y eso le molestó. Lina conocia sus límites y sun con eso, ponía a prueba su paciencia, pero era su culpa por ser demasiado indulgente.

- La señorita Alide no se vio muy afectada, más bien aceptó ser parte de... pero lo que quiero saber es: ¿quiénes son los Lebca?

Kay apenas soltó un suspiró, uno de esos temas que menos le agradaban había sido tocado.

- Así como los Siory, los Lebca son una tribu antigua. Ellos eran muy respetados, se decía que tenían cercanía con los dioses pues a diferencia de los humanos ellos nacían con un extraña característica que solo las criatura mítica poseen.

- ¿Qué característica?

- Solían nacer con alas.

Fiama no despegó sus ojos de los de Kay, estaba cada vez más curiosa.

- Muchos años atrás, ellos estaban desperdigados en el continente que ahora conocemos como continente vacío; crecieron rápido en fuerza y en poder. Pero a pesar de ser tan poderosos, desaparecieron con el tiempo y eso fue debido a que su secreto salió a la luz, y entonces la gente entendió porque eran tan diferentes apesar de ser humanos.

El destino de una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora