Capítulo 11

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Los ojos de Fiama se mostraron fieros, así mismo su expresión era algo suplicante. Un hermoso brillo se colo en la parte más profunda del iris violeta, reflejando una tonalidad clara y pura.

Kay miraba con fijeza a la niña, ahora que estaba verdaderamente cerca de ella, podía notar lo pequeña que era en comparación con él, el tamaño de Fiama apenas sobrepasaba sus rodillas. Si no fuera porque había visto con sus propios ojos la agilidad y fuerza de Fiama, creería que ella es muy frágil.

— ¿Por qué no estás con tu sirvienta? — pregunto con serenidad, en realidad no entendía muy bien la situación por la que estaba pasando en ese momento. Él solo se la había encontrado allí, como si lo hubiera estado esperando desde el principio.

— Porque necesito hablar con usted. Es muy importante.

“No estaría aquí, si esto no fuera algo importante para mí. Así que más te vale que aceptes. Tampoco es que me guste mucho estar contigo a solas (ー_ー゛)”

Al ver como llevaba sus manos y las enlazaba con tanta fuerza, soltó un suspiro.

— Bien — le dió la espalda y comenzó a caminar, dirigiéndose al lugar donde estuvo descansando.

«Fi... suerte» le apoyo Deen con cierto nerviosismo.

Umm, me esforzaré” se dijo determinada.

Comenzó a seguirlo en un breve trote. Los pasos que daba él en comparación a los suyos eran demasiado grandes.

Terminaron por llegar a la mesa donde el emperador tomaba su té. Kay tomo asiento con normalidad, en cambio la expresión de la niña cambio por una de desaprobación mientras miraba la silla. La altura de la silla sobrepasaba la de ella. Apenas y podía poner sus antebrazos en el asiento, para poder apoyarse.

“¿Que diablos sucede con estás jodidas sillas? ¡¿Por qué son de este estúpido tamaño?! ಠ ೧ ಠ” los quejidos salían de su boca sin poder evitarlo y sus cejas estaban fruncidas al máximo “Esta demasiado alto...” se alejo un poco, mientras miraba el lugar con decepción y algo de rencor “No puedo subir... ಥ_ಥ... ¿Por qué siento como si estuvieran cometiendo una injusticia contra mi?...”

«(┛◉Д◉)┛¡¡Fiama!! ¡¿Que crees que estás haciendo?!» grito Deen desesperado «Ese hombre está allí esperándote y tú no haces lo que debes» regaño enojado.

“Lo siento” ella estaba por llorar “Es que está demasiado alto y no puedo subir por mi misma”

«Entonces usa un poco de magia, tonta»

“Ah... Tienes razón” se sintió un poco torpe por olvidar que su cuerpo se volvía más ágil al usar magia, por lo que dejó que el calor se esparciera por todo su cuerpo.

Estaba lista para dar un salto cuando se sintió flotando en el aire, para finalmente ser acomodada en el asiento. Apenas podía ver el rostro de Kay al estar sentada allí, pero sabía que eso había sido efectuado por la magia del emperador.

— Gracias, su alteza. Lamento haber perdido tiempo — se disculpo con sinceridad.

— No importa — respondió Kay con serenidad. Por alguna razón, ese día no sentía el disgusto habitual que solía aparecer contra ella. Y aunque no lo demostró, le hizo un poco de gracia verla esforzarse por subir al asiento. Dejo sus ideas  a un lado, se mantuvo serio y tuvo sus ojos clavados en ella en todo instante — ¿Que es lo que tienes para decir? — pregunto. Lo mejor era acabar con aquello pronto, debía ir a trabajar así que no podía darle mucho tiempo, incluso cuando su descanso ya debería de haber terminado.

El destino de una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora