Saga Ωmega | KookGi |

Capítulo II

Yoongi entró a esa gran habitación con los ojos abiertos y llenos de sorpresa, contemplando cada detalle y minucia con completo asombro.

-Este es tu cuarto- Dijo Jungkook desde la puerta. -Allí hay un baño y esa otra puerta es un closet.

El omega guardó silencio sin creerselo.

Había pertenecido a muchos alfas con familia que lo mantenían en un cuarto separado, pero solía ser un lugar pequeño, humedo y maltratado; esto era una habitación real en todo sentido.

-Desnudate- Soltó el alfa.

Yoongi, sin dudarlo, llevó sus manos a su saco y comenzó a desabotonarlo con cuidado y sin expresión en el rostro cuando las manos ajenas lo detuvieron.

Sintió el tacto caliente y firme de Jungkook sobre sus manos y su cuerpo se sintió tan gélido en comparación, que se congeló al instante.

-Espera a que me vaya- Dijo viendo al omega a los ojos. -Luego vendrá una enfermera y revisará que estés bien.

Yoongi separó los labios al comprender su orden y sus mejillas se tornaron rosas de vergüenza.

Estaba tan acostumbrado a ser usado como mero objeto sexual por sus dueños, que fue un cambio abrupto que Jungkook le pida aquello.

-Luego toma un baño, intalate y descansa un poco- Dijo soltando suavemente sus manos. -Cenamos a las ocho.

Yoongi parpadeó viéndolo salir del cuarto y cerrar la puerta con cuidado. Suspiró al ver que no tenía cerrojo externo ni nada que se encargase de privarlo aún más de su libertad.

Se sintió ridículo cuando comenzó a quitarse la ropa sintiendose un invitado en lugar de un esclavo, pero al ver las marcas en su blanca piel, suspiró resigando.

Sería una cosa hasta su último suspiro.

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El sol había comenzado a ponerse en Noxus. Los faroles habían sido encendidos y Jungkook estaba comenzado a rendirse con su lectura.

Un golpeteo en la puerta lo hizo suspurar y dejar el libro sobre su escritorio, cerrandolo con cuidado mientras daba permiso para entrar.

-Amo Jeon- Llamó la beta entrando con una leve reverencia. -¿Tiene un segundo para hablarle del joven Min?

Jungkook asintió, cerrando los ojos para calmar su vista forzada al leer en tales condiciones y se acomodó para ver a la enfermera acercarse a su escritorio.

-Parece estar bien- Dijo con voz suave. -Tiene muchas cicatrices pero son antiguas- Continuó haciéndolo asentir. -No tiene heridas ni señales de enfermedades, pero algo me hace dudar de sus genes.

Jungkook alzó una ceja y se apoyó en su escritorio esperando una explicacion de la enfermera que se balanceó incomoda frente a él.

-Tiene una cicatriz en su vientre bajo, cerca de su pene- Dijo sin atreverse a verlo a los ojos. -No parece ser de un accidente.

El alfa frunció el ceño ante aquello y le permitió salir luego de darle las gracias con voz suave pero notoriamente firme.

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Yoongi mordió su labio inferior en la puerta de la cocina.
Sus manos suadaban y su cuerpo temblaba incómodo al ver a todos los empleados trabajando y sin saber que hacer.

Jungkook le dijo que a la ocho cenaban pero nadie le había indicado donde ir o que hacer. Solo pensó en ahorrarle trabajo a quien debía ir por él a su cuarto, pero ahora estaba perdido sin saber como proseguir.