Capítulo XVIII

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Jungkook sonrió al verlo sonrojado de oreja a oreja cuando le pidió salir juntos a solas esa noche.

Habían pasado tres días desde el celo del omega y habían estado bastante distanciados a causa del trabajo y el no querer apresurar las cosas, así que, lo primero que inundó la mente de Yoongi cuando le dijo aquello, fue tener sexo otra vez.

-¿Entonces?- preguntó el alfa. -¿Te gustaría?

Yoongi asintió varias veces sin duda alguna, haciendo sonreír satisfecho al príncipe que no tenía ni la más mínima idea de todas las cosas que pasaban por la mente del menor.

-Diría que te pongas bonito para la hora de la cena, pero no creo que puedas ser más lindo de lo que ya eres- susurró Jeon, acariciando la mejilla ajena para apartar un mechón de cabello del rostro de Yoongi.

Yoongi pudo sentir sus mejillas aún más calientes de lo que ya estaban y su sospecha se comprobó al ver la sonrisa ajena extenderse con diversión.

Mordió su labio inferior, acercándose al alfa y tomándolo por las solapas de su saco, poniéndose de puntas de pie para juntar sus labios en un suave beso que hizo a Jungkook relajar su porte para poder rodear su cuerpo con sus brazos y pegarlo más a él.

-Debo trabajar- susurró sobre sus labios, acariciando la espalda baja de su omega. -¿Te veo a las seis?

Yoongi asintió, dejando un rápido beso en su mejilla antes de separarse por completo del príncipe, dejándolo libre, aunque este se marchó por el pasillo con pasos dudosos, sintiendo como su cuerpo y su lobo querían regresar a los brazos de Min.

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Era una bella noche de luna llena. Bastante cálida para la época del año, pero fría para lo que era el día a día de Noxus.
Habían cenado cerca del carruaje, con velas y la luz del cielo iluminando su mesa y con copas de vino reluciendo bajo el reflejo de la luna.

Jungkook se encargó de recoger, limpiar y organizar, pese a la insistencia de Yoongi por querer ayudar.
Jeon sabía que el hacer este pequeño viaje al límite de Noxus sin compañía de sus trabajadores, implicaba, no solo el trabajo extra, sino también el riesgo de hacerse cargo por completo del bienestar de Yoongi. Sin embargo, era un precio a pagar por tener una hermosa velada a solas con su omega.

Yoongi sonrió enternecido al verlo regresar apresurado desde el carruaje hasta la mesa donde lo dejó esperando y lo vió detenerse frente a él con una suave sonrisa.

-¿Vamos a caminar un poco?- preguntó el alfa.

Yoongi asintió y se puso de pie, dejando que Jungkook lo cubra con su saco antes de tomarle la mano pal emprender el camino.

El omega apoyó su cabeza en el brazo ajeno, entrelazando sus dedos con los ajenos y tomando el brazo del mayor con su mano libre.
Jungkook suspiró con amor y dejó un beso en su coronilla, apretando el agarre de sus manos mientras caminaban bajo la brillante luz del cielo nocturno.

Yoongi abrió los ojos sorprendido, alzando la mirada cuando vio el agua abrirse paso frente a él, viendo sorprendido a Jungkook que lo vio de reojo con una sonrisa.

-¿Dónde estamos?- preguntó el menor.

-Ven- respondió Jeon apresurando el paso.

Yoongi lo siguió, dejando que lo acerque al abismo a metros y metros sobre el nivel del mar, haciéndolo sentir vértigo, pero sin temblar a causa del toque firme y seguro de la mano ajena que sostenía la suya.

-¿Ves ahí?- preguntó señalando hacia abajo, cerca del nivel del agua los barcos anclados. -Es el puerto de Noxus.

Yoongi sintió sorprendido. Creía que el mar estaba mucho más lejos del palacio, pero tardaron poco más de una hora para llegar allí.

Saga Ωmega | KookGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora