Especial III

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La historia de los Min y los Jeon
Tercera generación

Jihu había crecido sano y fuerte. A sus diez años era tan dedicado a sus estudios como Jungkook pero, a pedido directo de Yoongi, iba a la escuela de la clase alta, logrando tener contacto con los niños y niñas de su edad a diferencia de sus dos padres.

Cuando llegó de sus clases, corrió hacia el estudio de su padre, rodeando su escritorio y logrando que Yoongi lo alce en brazos para sentarlo en sus piernas.

-¿Cómo te ha ido, mi dulce niño?- preguntó Yoongi mientras su hijo dejaba un beso en su blanca mejilla.

-Saqué un cien en el examen de matemáticas- soltó con orgullo haciendo a su padre sonreír. -¿Y papá?

-Debe estar por llegar- respondió alzando los hombros. -¿Quieres que bajemos a esperarlo?

-¿No tienes que trabajar?- preguntó viendo los papeles en su escritorio, pero el de cabellos blancos negó.

-Nada que no pueda esperar.

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Jungkook estaba en el carruaje frente a su padre mientras regresaban al palacio de la visita a la alta comisión, haciendo que ambos estuvieran cabizbajo y en silencio.

-Debemos decirles que ya no debes formar parte de esto- Soltó Jungkook.

-La corona está cambiando, hijo- soltó Jaehyun viendo por la ventana. -Antes no había coronaciones sin la muerte del rey anterior, el matrimonio por amor era un mal chiste, tomar decisiones políticas para evitar que ciudadanos ajenos mueran era ridículo.

-No atacaremos Shurima- sentenció haciéndolo asentir.

-Los cambios son buenos, hijo- soltó en un suspiro. -Pero la alta comisión no es madera que roer, es puro hierro.

-Lamentablemente, no parece oxidarse- suspiró rodando los ojos.

-Tener mi presencia en las juntas los calma y, todo lo que pueda hacer que menos tormentoso tu mandato, lo haré gustoso- soltó Jaehyun.

-¿Y mamá está de acuerdo con que sigas trabajando?- preguntó haciéndolo alzar los hombros y asentir.

-Las parejas de los reyes siempre saben lo que le espera a su relación- susurró el mayor. -Yoongi lleva diez años así y parece feliz con la corona.

-Es diferente- respondió cerrando los ojos. -Yoongi trabaja conmigo, hace trabajos que me corresponden a mí, toma el lugar del rey que le di.

-Tu madre está de acuerdo con que te ayude, Jungkook- dijo firme. -Ahora que Jimin está oficialmente en Demacia, no tienes nadie con quien compartir el peso de la alta comisión.

Jungkook hizo una mueca pero no respondió. Vio por la ventana, notando como entraban a la propiedad en silencio, hasta que oyó un grito que lo hizo sonreír.

-¡Papá!

Bajó del carruaje aun en movimiento, dando un salto para correr a su hijo que lo imitó, dejando a Yoongi sentado en los escalones de la entrada del palacio.

Jungkook tomó a Jihu en brazos y lo alzó mientras lo daba vueltas antes de acomodarlo en su cintura para sostenerlo mejor.
Se acercó a su esposo mientras su hijo le contaba de su nota en matemáticas y Min se ponía de pie para abrazar a su alfa y dejar un rápido beso en sus labios.

-¿Ha salido todo bien?- preguntó el rubio.

-Tan bien como se podía esperar- respondió haciéndolo asentir desganado.

Saga Ωmega | KookGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora