Saga Ωmega | KookGi |

Capítulo XI

Jungkook había regresado muy tarde a la noche así que no lo había visto hasta pasada su cena y decidió dormir solo nuevamente para evitar hablar de la discusión cuando había estado trabajando durante todo el día.

El problema con ese plan radicaba en que, al amanecer, debía ir directamente a verlo antes de que comenzara nuevamente a trabajar.

Sabía que la intención de Jungkook era darle su espacio, pero estaba dejando toda la responsabilidad de la reconciliación en sus hombros y sentía que pesaba en demasía.

Salió de su antigua habitación, aun en ropa interior, a penas el día había comenzado, caminando por el amplio pasillo hasta la puerta del cuarto que compartía con el príncipe.

Respiró hondo y entró sin tocar, encontrándose con la imagen de Jungkook subiendo la camisa blanca por sus hombros, aun con el pantalón sin abrochar y el cabello despeinado.

-Buen día- suspiró Jeon con una sonrisa de alivio al ver a su omega entrando al cuarto.

-Buen día- respondió cerrando la puerta tras él.

El menor soltó un suspiro al ver los relucientes músculos tostados de Jungkook asomándose entre la tela de la camisa antes que este comenzara a cerrarla.
Se acercó a él a paso lento, apartando sus manos de la tela para tomar la prenda entre sus finos dedos y comenzar a abrochar cada botón ante la atenta mirada de su alfa.

-Lamento haber explotado- susurró acariciando su pecho firme con sus nudillos al subir sus manos.

-Lamento haberte arruinado el cumpleaños- respondió posando sus manos en su cadera, haciendo que el menor se detenga y suba su mirada a sus ojos negros con un brillo plateado. -Pero más lamento no haber podido darte la seguridad de hablar de tus sentimientos cómodamente.

-No fue tu culpa- suspiró, dejando caer sus manos a su pecho y acomodando su rostro entre estas. -He hablado con tu madre.

Jungkook gurdó silencio sorprendido por sus palabras, rodeando mejo la cintura ajena y sintiendo como el vientre hinchado ajeno se presionaba contra su cuerpo.

-Me ha hecho entender que he pasado por mucho y es normal que eso me haga sentir cosas de forma diferente- dijo subiendo sus manos a sus hombros.

-Es entendible- susurró el alfa dejando un beso en la coronilla del menor, pero el omega se separó lentamente lo justo y necesario como para poder verlo a los ojos.

-Tú me amas así como soy- dijo y Jeon asintió al instante. -Pero hay cosas de mí que debo arreglar por este cachorro.

El alfa asintió nuevamente, esta vez más dudoso ante la declaración del menor, pero su respuesta pareció gustarle al omega puesto a que rodeó su cuello con sus brazos y se paró de puntas de pie para abrazarlo con fuerza.

-Si iré a ver al doctor- susurró haciendo a Jungkook abrir los ojos de par en par antes de sonreír por sus palabras. -Pero debes prometerme estar siempre a mi lado.

-Te lo juro por la luna y las estrellas- susurró abrazando al menor entre sus brazos.

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Yoongi le había pedido estará su lado en un sentido emocional o metafórico, pero Jungkook insistió en que lo acompañara a trabajar ese día para, según sus palabras, "Recuperar el tiempo perdido el día anterior".

Así que Yoongi estaba sentado en una sala inmensa, blanca sumamente seria mientras leía el libro que su maestra le había dado, a la vez que Jungkook estaba del otro lado de la enorme mesa junto a un hombre con expresión seria y rodeados de papeles.