55. Adiós humo

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El silencio de la noche reinó por unos minutos todo el alrededor de las afueras de Karma; la luz de la luna era la única que podía dejar ver los dos cuerpos que se mantenían en el suelo intentando calmarse; la adrenalina de tener que negociar para salvar a Vegetta usando de rehén a Willy se iba esfumando, y dentro de Rubius solo había demasiadas preguntas y pocas respuestas. ¿Vegetta ahora lo volvería a odiar? ¿Le dejaría explicar bien todo?

Vegetta por su parte intentaba recobrar la compostura y la respiración al estar seguro y a salvo con el teñido; sabía que había mucho de que hablar y esta vez le debía a Rubius al menos una explicación y el escucharlo. Podía odiar la intención del chico de entrar en una organización así, pero era verdad que en ese momento le había salvado la vida. Era su culpa por haber atacado a gente extra de la situación con Lolito, mas sabiendo conscientemente que su aliado clave era parte de ellos. ¿Rubius qué pensaría del incidente? ¿Creería que el era capaz de hacerle daño sabiendo que era el?

Los dos se mantenían con gran espera de alguna señal del otro, no sabían cómo sentirse ni qué decir primero; el humo de confusión y la barrera entre ellos se había roto, pero no sabían si esto solo supondría que alguno pusiera una aun mas fuerte. Las máscaras y trajes que los protegían y ayudaban a ocultar su secreto ahora solo eran un estorbo para tener una conversación normal, pero algo de vergüenza pasaba por ellos al intentar pensar en quitársela primero.

—¿Estás bien?-fue lo primero que dijo Vegetta, preocupado por la herida que le había causado en el pecho.

—Si, estaré bien, solo necesitaré aprender de una buena vez como curarme en vez de crear flores-murmuró Rubius intentando aliviar el aire.

Vegetta por primera vez en mucho tiempo sintió cierta cercanía por Rubius, como si por fin pudiera verlo después del enojo. Había estado tan cegado de que el tuviera sus secretos y supuestas intenciones, que no veía que al final, el siempre estaba cuidándolo. Era tiempo que dejara su orgullo y le diera la oportunidad de hablar con el como antes.

Lentamente por los músculos algo lastimados, Vegetta se acercó a su cabeza y con fuerza se arrancó su máscara, dejando por fin ver el rostro cansado y sus ojos morados. Rubius sentía muchas cosas como duda y una alta curiosidad de la historia del azabache, pero en el momento que vió sus ojos lo primero que sintió es una calidez en todo su cuerpo. Si era el. Pronto el mismo se quitó su propia máscara dejando ver su cara a la luz de la luna, ahora que nadie mas podía verlos y que podían decirse la verdad.

—Yo...-empezó Vegetta pero fue interrumpido.

—Tengo que...-Rubius se tropezó sin querer con las palabras del otro.

Los dos guardaron silencio y una risa cómplice salió de Rubius, cosa que hizo que Vegetta le siguiera un poco. El azabache decidió invocar un poco de magia y comenzar a curar a su compañero y si mismo, cerrando las heridas mas cortas que había a la vista para que pudieran irse pronto con Luzu a que los apoyara.

—Empieza tu-suspiró Rubius, con miedo a que ese momento no durara mucho.

—Gracias por salvarme Rub-contestó suavemente Vegetta-Sabes bien que... que esto de la hermandad no lo entiendo y no me parece, pero... ahora sabes que yo también estaba cegado por mi enojo de todas esas noches intentando atrapar a gente que creía que era únicamente mala. Gente que me hizo daño a mi y a lo que quería. Nunca estaré de acuerdo con que hayas estado ahí pero... Debí dejarte explicarme. Lo siento.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2023 ⏰

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