KARMA

15. Sesiones psicológicas

Auron estaba esperando a su amigo Lolito, que le había pedido una sesión para platicar de Mangel. Mientras esperaba sentía como se tensaba con todos los pensamientos por su cabeza. Había pasado un rato desde que había visto a Luzu, desde esa última vez; lo había evitado totalmente para no tener que pensar en qué le iba a decir.

No entendía porqué se había complicado tanto la situación con el; sabía que podía simplemente dejarlo y ya, pero no quería y eso era lo que lo molestaba. No quería sentir eso por alguien, y mucho menos en ese mundo. El solo quería divertirse y jugar un poco con todos. Luzu estaba arruinando ese plan; ¿Por qué con el sentía eso?

Se reclinó en su asiento intentando pensar en una solución, pero nada se le podía ocurrir sin tener que o lastimar a Luzu o no obtener lo que quería.

Escuchó como tocaban la puerta y se sentó derecho para poder parecer profesional.

-Pasa-dijo rápidamente.

Lolito entró y estaba lleno de sangre en las manos, pero él parecía muy relajado en general; Auron lo miró curioso.

-¿Y esto?-murmuró señalándolo.

-Me tienen harto los aldeanos-sonrió maliciosamente.

Auron se quedó pensativo; Lolito parecía ser el perfecto compañero para hacer caos de ser necesario, guardó ese pensamiento y cambió de tema amistosamente.

-Bueno, por favor toma asiento y platiquemos sobre de lo que querías hablar-sugirió Auron.

-Me parece-sonrió Lolito tranquilo.

Lolito comenzó a platicar sobre la relación explosiva que estaba teniendo con Mangel, confundido por como habían llegado al punto al que habían llegado. Los primeros días habían estado tan felices juntos que decidieron hacer una casa, siendo una pareja desde el segundo uno.El sentía que amaba a Mangel, pero que también no lo entendía; se peleaban y arreglaban a cada rato y su relación se estaba volviendo más tóxica al segundo. Lolito solo quería seguir con su rollo, pero no podía dejar a Mangel para este punto.

-Es un videojuego y estoy viviendo con alguien-se río Lolito-¿Puedes creerlo?

Auron sintió como si esa relación fuera su futuro con Luzu; estar harto de una persona pero no poder dejarla, sentirte encerrado. No quería eso; pero la diferencia es que Luzu era demasiado bueno para reclamarle a Auron cualquier cosa que este hiciera, al fin y al cabo, no eran nada.

-¿Qué has pensado hacer con tu situación?-preguntó Auron.

-Estoy entre liarme con alguien más, o pedirle que se case conmigo-se río Lolito-Tal vez haga las dos, estoy aburrido.

-Pero Lolito, ¿cómo le vas a pedir matrimonio?-exclamó Auron con preocupación.

-Hermano, le hice una promesa, y aunque todos crean que todo me la suda (y la mayoría sí) quiero cumplir mi palabra mientras estemos aquí-explicó-A parte, me gusta, y me gusta el drama, creo que una boda sería ideal.

Auron pudo notar como su amigo estaba completamente loco, pero le agradó eso. Una persona como Lolito podía hacer que Karma nunca se volviera aburrida. Le sonrió y le dió algunos consejos, para intentar dar la impresión de ser profesional, pero en el fondo, solo quería que el hiciera lo que se le antojara, para que pudiera disfrutar el show. Siguieron platicando después de la sesión un rato y se dieron cuenta que los dos congeniaban; tal vez Lolito y Auron eran perfectos para juntarse y hacer drama.

Cuando Lolito se fue Auron siguió pensando en Luzu, en que tal vez la mejor opción era simplemente no tomar nada tan enserio, decir lo que el quería escuchar y disfrutarlo a el y a la situación. En el peor de los casos, el castaño lo podía dejar al notar algo de lo que en verdad este pensaba, pero por como era Luzu, no creía que se daría cuenta; era demasiado inocente.

Al decidir eso Auron, sonrió; ya estaba listo para verlo de nuevo. Tomó su sudadera y se dirigió al pueblo, donde vió a Alex y a Luzu cenando felices; le molestaba Alex, iba a ser un problema si quería formar parte de la vida de Luzu. Auron quería que el solo fuera para el.

-Hola guapos-sonrió apareciendo.

Alex sintió un balde de agua fría, se habían pasado días desde que Auron se había acercado a Luzu, por lo que el había aprovechado para pasarlos juntos. ¿Por qué se acercaba ahora?

-Hola-dijo Luzu.

Luzu estaba nervioso y sentía mariposas, Auron estaba de vuelta y actuaba como siempre; tal vez no era un sueño inalcanzable que el pudiera sentir lo mismo.

-Espero se la estén pasando muy bien-continuó Auron-Quisiera pedirles un poco de tiempo para decirle algo rápido a Luzu.

Alex procesó las palabras, y aunque de verdad detestaba la idea de tener que retirarse, decidió actuar como si nada.

-Claro tío, yo ya me iba-sonrió falsamente.

-¿Seguro Alex?-preguntó Luzu preocupado.

-Si, no te preocupes-contestó Alex-Nos vemos mañana, ¿vale?

Alex se fue alejando mientras su corazón sentía una punzada; Auron había hecho en cinco minutos que Luzu perdiera toda la atención que había conseguido tener de el. Simplemente, no había forma de separarlos.

Auron se sentó donde estaba Alex y empezó a fijarse en Luzu, quería ponerlo nervioso para sentir un poco más de control.

-¿Me querías decir algo?-dijo ruborizado Luzu.

-Si-sonrió Auron-¿Me has evitado?

Luzu se quedó impactado y confundido con esa pregunta, que era lo que Auron quería, para que así pensara que el no lo había estado evitando a propósito.

-No, para nada...-titubeó.

-¿De verdad?-contestó Auron-Mira, que si lo qué pasó no quieres que vuelva a pasar lo entiendo...

-¡No!-dijo impulsivamente Luzu-No, que no es así, que.... que me gustó.

Luzu quería en ese instante hundirse en la tierra, con miedo a lo que Auron podría responderle; su cara le ardía y solo podía ver a la mesa. Su respuesta rápida y un poco desesperada había hecho que su vergüenza fuera demasiada en esos momentos.

-Entonces ya somos dos-dijo sonriendo Auron.

Luzu lo vió de reojo, ¿era real eso? ¿Podía ser que en ese mundo había encontrado a alguien? No supo qué decir, por lo que Auron se rió de sus nervios.

-No te burles zorra-bromeó Luzu nervioso.

-Cállate cerdo, que me adoras-se siguió riendo Auron.

-¿Y ahora entonces qué sigue?-dijo Luzu.

-Sigue, esto-Auron se acercó a Luzu.

Lo besó lentamente, dejando que todas las preocupaciones y dudas fueran olvidadas por el castaño; Auron no quería que fuera todo tan serio, ni hablar de una relación, solo quería tener a Luzu. La seguridad de los dos por saber qué estaba pasando los consumió, aun cuando ninguno de los dos realmente sabía que no tenían control por lo que iba a suceder.