La lluvia y truenos hacían que Vegetta presintiera un mal humor de los dioses, pues ellos controlaban todo el clima y en los pasados días no habían tenido nada parecido. Decidió entrar a la casa provisional que tenía con Luzu y Alex para poderse resguardar del frío y la noche que se avecinaba.
Habían pasado varios días sin escuchar nada de los otros cinco individuos que decidieron salir a buscar aventuras y haciendo el tonto. Desde entonces el había decidido aprender lo más posible sobre su nuevo mundo, ayudando a los chicos a entrenar, armarse y organizar todo lo mejor posible.
Sabían que no estaban listos para salir de noche, no al menos que quisieran volver a empezar de cero y perder todo lo que habían conseguido. Podían ver desde su lugar seguro un montón de sombras y criaturas que atacaban a quien sea en el primer momento, desde la primera noche pudiendo ser testigos de como en pocos segundos un aldeano perdía la vida a manos de los mismos.
El azabache planeaba pronto organizarse y empezar a hacer casas individuales en cuanto pudieran ser suficientemente fuertes. Pensaba a lo grande en ese mundo y con el conocimiento y fuerza que estaba comenzando a adquirir no veía muy lejos ese camino, solo debía tener un plan.
También esos días Luzu había sido el encargado de buscar por la mañana al último compañero perdido, pero por más que buscaba por la zona, no encontraba a nadie, ni si quiera una pequeña pista de que hubiera alguien más por ahí.
-Hola chicos-dijo Luzu entrando rápidamente después de un largo día buscando-Otra vez nada.
-¿Vegetta no crees que habremos escuchado mal? Lo hemos buscado por todas partes-hizo una mueca Alex.
-No escuché mal, estoy seguro... pero tal vez era solo un truco para mantenernos ocupados. Tal vez no haya nadie más-pensó en voz alta Vegetta.
Los truenos continuaban y los tres chicos empezaron a preparar sus camas para descansar. Todo estaba completamente organizado y planeado para el día siguiente, donde empezarían a buscar nuevos materiales en las cuevas profundas.
De pronto, un casi inaudible grito hizo que Vegetta se acercara rápidamente a la ventana para poder ver de donde provenía el sonido. Después de un poco de silencio, pudo escuchar no solo uno, si no varios gritos. Tal vez era mentira, pero podía ser que alguien necesitara ayuda.
-Chicos, creo que están los demás afuera-dijo el azabache agarrando su arma-Tenemos que ayudarlos.
-¿Estas loco? Nunca hemos salido de noche-contestó Alex nervioso-¿Crees que vamos a poder con todo lo que hay allá afuera?
Vegetta solo le dió una mirada de afirmación, a lo que Alex entendió que iban a intentarlo. Sin inmutarse se armó rápidamente y le dió una sonrisa segura; confiaba en su compañero y sus decisiones, y le iba a ser fiel a ellas. Al final, gracias a Vegetta se empezaba a sentir seguro de poder vivir en un lugar así. Luzu se preparó con algunas cosas con la misma energía que el anterior y agarró del hombro a Vegetta.
-Listo cuando tu lo estes-comentó sonriendo.
Vegetta salió corriendo soltando la puerta entrando directo a la oscuridad, seguido de los dos chicos, hacía donde escuchaba los gritos. La lluvia era inmensa, haciendo casi imposible ver donde estaba o que se encontraba cerca de el. Corrieron por un bosque enorme, escuchando ruidos horribles y pasos acercándose de todo tipo. ¿Qué clase de criaturas eran esas?
Después de unos cuantos kilometros pudieron salir del bosque, acercándose al pueblo, donde pudieron ver unas manchas en la lejanía intentando correr de lo que podría describirse mejor como una ola de criaturas y sombras de todos los tamaños. Estaban completamente aterrados por los gritos que sacaban, ¿qué había pasado con esos chicos sin preocupaciones por el videojuego se hace unos días?
-¡Ayuda!-gritaba Willy aterrado.
Su compañero estaba en problemas gracias a los ataques de las sombras, y mientras más se acercaban los compañeros armados podían ver como Fargan y Willy estaban arrastrando a Rubius mientras intentaban correr sin rumbo. Las sombras estaban a punto de atraparlos.
-Luzu, ayuda a Willy, Alex, ayuda a Fargan-indicó Vegetta-Yo voy a por Rubius y los llevamos a la casa.
Los otros dos asintieron y llegaron lo suficientemente cerca para darse cuenta que Rubius estaba sangrando e inconsciente, y que estaba de alguna forma tan extraña borroso, como si poco a poco, se hiciera cada vez más transparente y desapareciera. Su cuerpo tieso hacía que uno pensara que ya no quedaba nada ahí.
Willy y Fargan vieron aliviados a sus compañeros, uno traía mordidas de algún tipo de insecto en todo el cuerpo y el otro estaba con una mordida en el cuello enorme. Alex se asustó al verlos, y comenzó a tomar a Fargan para ayudarlo a caminar rápido. Luzu hizo lo mismo y Willy dejó en los brazos de Vegetta a Rubius.
-¡¿Qué carajo pasó Willy?!-gritó rápidamente Vegetta.
-Por favor ayúdalo, esto no es un juego-gritó Willy advirtiéndole antes de salir huyendo con Luzu.
Luzu y Alex defendían a sus compañeros con sus espadas, dándoles un poco de comida para que pudieran mejorar. Vegetta estaba rodeado y no podía llevar a Rubius como ellos, así que lo cargó como pudo y se lo llevo mientras intentaba lanzar flechas a las sombras que los perseguían. Sintió un dolor inmenso en su mano derecha, donde una flecha lo había alcanzado. Casi suelta su arco, pero logró tomarlo y decidió que era hora de correr más rápido.
Rubius estaba mucho más ligero de lo que pensaba, parecía casi como si flotara; no podía entender como podían haber dejado que los rodearan, y mucho menos entender qué quería decir Willy. ¿Esto no es un juego? ¿De qué hablaba? Tal vez el hecho de que las criaturas los habían asustado hizo que se replanteara el mundo en el que ahora formaban parte.
Pudo ver como sus compañeros y él se acercaban cada vez más hacía su casa provisional, viendo como su salvación estaba cerca. Le parecía un poco extraño como cada vez se sentía más ligero, como si no estuviera cargando a Rubius. Todo era demasiado confuso e intentaba poner todas las piezas del rompecabezas en la mesa para resolverlo.
Luzu abrió la puerta con agresividad metiendo rápidamente a todos, para luego cerrarla de un portazo y poner unas mesas y sillas para reforzarla y que no entraran las sombras que los perseguían. Las criaturas empezaron a intentar entrar, así que Alex y Fargan comenzaron a ayudar cómo podían empujando con fuerza los muebles.
Willy estaba sentado en el piso abatido, ensangrentando todo su alrededor, Vegetta al verlo se acercó para poder averiguar qué se supone que debía hacer con Rubius, que prácticamente estaba empalidecido y con los colores desvanecidos.
-Willy, ¿de qué hablabas? ¿Qué está pasando?-le tomó la barbilla alarmado.
Willy tardó unos segundos en poder respirar y sentarse correctamente, inhalando y exhalando con fuerza para recobrar algo de su salud, miró a Vegetta a los ojos, con una débil mirada.
-Tienes que ayudarlo-susurró-Si se muere se muere Vege... para siempre.
Con esas palabras el azabache de repente entendió todo lo que significaba el susto, los gritos y el miedo; entendió que eso no era un juego y que de verdad, los dioses hablaban enserio cuando dijeron que iban a tener que sobrevivir a esta nueva vida.
•••••••••••••
Gracias a las personitas que están empezando a leer esto y están puntuándolo positivamente, hacer eso y compartir la historia con sus conocidos/ páginas alegra mi corazoncito y me ayuda a seguirla.
-TdC
ESTÁS LEYENDO
KARMA
FanfictionSamuel ha decidido comprar un nuevo y misterioso juego: Karma, descargando en su computadora este prototipo sin conocer mucho con lo que se encontrará. Lo que no sabría es que quedaría atrapado en el mundo digital junto con Willy y otras siete perso...