27. ¡Cuéntame!

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Luzu se encontraba en la casa de Mangel, intentando ponerse de acuerdo con las reglas y peticiones que quería proponer para mejorar la vida en Karma, Lolito escuchaba atentamente para poder saber qué utilizar y qué no. Realmente se daba cuenta que el castaño le estaba poniendo mucho empeño, y si no fuera por lo que iba a pasar, tal vez habría sido un buen alcalde.

-¿Qué te parece esa propuesta?-le preguntó Luzu emocionado.

Lolito regresó al momento, sin saber de que habían hablado, por lo que solo sonrió y asintió rápidamente para disimular. Mangel, que era controlado por Lolito, abrazó a Luzu.

-¡Vas a ser un gran alcalde!-exclamó extremadamente contento.

-Gracias...-dijo Luzu abrumado.

Luzu sentía que Mangel en los últimos días había cambiado demasiado su actitud, pero quería pensar que simplemente estaba emocionado por él; tal vez lo apreciaba más de lo que pensaba.

Después de lo que había pasado en la fiesta con Auron, no había podido contactarlo ni verlo, pues lo estaba evadiendo completamente. Cuando había intentado visitarlo, no habría la puerta, no contestaba; nada. Se sentía muy confundido; ¿Había hecho algo mal? ¿Lo que dijo sobre el final feliz lo incomodó? Tal vez fue demasiado para el, ¿pero tanto para llorar? Luzu, para no preocuparse tanto por ello, intentaba centrarse en prepararse para ser un buen representante, pero le dolía no tener ninguna explicación.

-Pues, creo entonces que acabamos por el día de hoy-comentó Luzu sonriendo.

Todos se animaron, habían logrado ponerse de acuerdo con todo; se relajaron un poco en la sala de Mangel, hasta que el silencio se interrumpió por el timbre; Rubius estaba en la puerta para visitar a su mejor amigo.

-¡Hola!-dijo Mangel abriendo la puerta.

-Hola Mangel...-suspiró Rubius intranquilo.

Su amigo había estado actuando demasiado extraño esos días, siendo otra persona completamente diferente y Rubius sospechaba que Lolito tenía algo que ver, pero no entendía el qué. Tal vez de verdad estaba enamorado y por eso era tan positivo, pero igual lo extrañaba.

-Hola compañero-sonrió Luzu.

-Hola próximo alcalde-le devolvió la sonrisa-¿Ya estás listo?

-Eso creo, oye-lo alejó de los demás Luzu-Necesito pedirte un favor.

-¿Cuál?-preguntó el de pelo blanco.

-Necesito que vayas a casa de Auron-se rascó la cabeza incómodo Luzu-Desde la fiesta, no he sabido nada de él y estoy preocupado...

-¿Crees que el tío me vaya a decir algo?-murmuró inseguro Rubius.

-No lo sé, pero sé que no me quiere ver a mi, pasó... algo extraño ese día-aseguró el castaño-Solo por favor visítalo, ¿sí?

Rubius se preguntaba qué había pasado ese día entre ellos, pero tenía claro que no podía ser peor a lo que él había hecho; había intentado besar a Vegetta. Desde entonces, ninguno de los dos se habían hablado, y aunque el alcohol hacía todo borroso, los dos recordaban bien ese momento. Rubius se ruborizó solo de pensarlo.

-Vale-asintió-Le haré una visita a tu novio.

Luzu, más tranquilo, decidió despedirse de todos para ir hacia casa de Vegetta, pues habían quedado en hablar. Alex había sido invitado a esa reunión, pero como la mayoría, desde la fiesta había empezado a actuar bastante extraño y ahora solo se juntaba con Mangel y Lolito. Salió de esa casa y se dispuso a ir hasta la casa de Vegetta, viendo de reojo con algo de dolor la casa de Auron.

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