Willy salió rápidamente del pueblo junto a Fargan, mientras escuchaban una explosión a lo lejos. Los dos se rieron, mirándose con ojos cómplices; creían que se iban a aburrir para ese punto de hacerlo, pero nunca era así. Fargan estaba contento e ilusionado con lo cercano que se estaba volviendo a Willy, parecía que todo estaba siendo divertido y positivo con el. Willy también disfrutaba mucho la compañía de el, sintiendo que tenían una química impresionante. Desde que había decidido simplemente fluir y dejar que todo saliera, se había dado cuenta que Fargan era la persona con la que quería estar todo el tiempo.
-De verdad no me canso-sonrió Willy viendo el desastre que habían causado.
-Yo tampoco, somos el mejor dúo-río Fargan abrazándolo amistosamente.
-Es que tu no puedes estar sin mi-bromeó Willy.
-Calla que sabemos que tu eres el que está loco por mi-devolvió con risa.
Los dos sintieron como la conexión se estaba volviendo interesante, todo se sentía ligero y divertido. Se vieron y comenzaron a darse miradas coquetas, no importaba jugar un poco más.
Mientras que estaban bromeando con sus miradas y flirteos, Luzu y Alex pasaron y los comenzaron a ver curiosos; les dió mucha intriga saber si ellos comenzaban a tener química, Luzu pensaba que tal vez podían ser como Auron y el.
El había pasado mucho tiempo con Alex, para poder sacarse un poco de su mente el revoloteo que sentía cada vez que pensaba en Auron; no lo había vuelto a ver desde entonces, y tenía mucho nervio por el próximo encuentro, ¿podrían hablar de lo que había pasado?
-¡Hola tórtolos!-gritó Alex sonriendo.
-Hey Alex-respondió Fargan-¿Qué les trae por aquí?
-Estábamos comprando unas cosas para Vegetta-sonrió Luzu.
-¿Para Vegetta?-Willy se dió cuenta que hace rato no sabía nada de el.
-¡Claro tío, que tu no sabes!-exclamó Alex-Vegetta se envenenó el otro día y estuvo súper mal.
Willy sintió un balde de agua fría, no había prestado nada de atención a Vegetta esos días, y parecía que aunque el era el que más lo conocía, fue el último en enterarse qué le había pasado. Se quedó en shock mientras la culpa comenzaba a llenarlo sabiendo que le pudo haber pasado algo horrible y el no se habría enterado.
-¿Pero ya está mejor?-preguntó preocupado Fargan.
-Hoy lo voy a ir a revisar, pero Rubius lo ha estado cuidando-respondió Alex.
-¿Rubius?-dijo impulsivamente Willy.
Le sorprendió que su compañero se encontrara con Vegetta, no parecía que si quiera se llevaran bien y no entendía la posibilidad de que el teñido estuviera siendo el cuidador de su amigo.
-Lo se tío-sonrió Luzu-Parece que ya se llevan mejor.
-Igual que tu y Auron, ¿no?-sonrió pícaro Fargan.
Luzu se asombró por sus palabras y su cara se volvió roja, ¿cómo sabía de eso? ¿Acaso sabían que había pasado? Miró hacía otro lado penoso y riéndose nervioso.
-Luzu, eres demasiado obvio-continuó Willy.
Su compañero castaño respiró hondo; no sabían que había pasado, solo creían que había algo entre ellos por su forma de actuar. Realmente le daba mucha vergüenza hablar del tema en ese momento, así que solo se rió un poco más. Alex estaba enojado, intentando pensar que no era verdad lo que estaban diciendo.
-¿Pero qué dices?-rió Luzu nervioso.
-Ya vámonos-dijo seco Alex.
Fargan y Willy se rieron un poco de su compañero que seguía completamente rojo y se despidieron, dejando que se fueran en dirección de casa de Vegetta. Aun cuando siguieron haciendo de las suyas, Willy se quedó con la espinita de saber qué estaba pasando con Vegetta, pensando que tal vez en alguno de estos días debía de visitarlo.
Luzu y Alex se dirigían a casa de su compañero con los materiales nuevos, pero Alex seguía con la incógnita de saber más sobre Auron y Luzu.
-¿Entonces es verdad?-preguntó de la nada-¿Tu y Auron?
-No lo sé Alex-titubeó nervioso Luzu-Creo que el me gusta mucho...
-Pero sabes que puede que el no quiera algo parecido a lo que tu quieres, ¿verdad?-dijo Alex molesto.
-Uno no sabe-sonrió Luzu con mirada perdida-Quiero pensar que hay esperanza.
-Por favor piénsalo, no quisiera que te lastimaran-pidió dolido Alex.
Su compañero asintió sin darle mucha vuelta a la molestia de Alex, lo que hizo que se sintiera un poco triste; ni si quiera se daba cuenta de que él podía ser otra opción. Su mejor opción.
Llegaron a casa de Vegetta y comenzaron a escuchar gritos a lo lejos, por lo que los dos entraron curiosos al interior.
-¡Pero que ya estoy bien y tengo que acabar mi casa!-gritaba el de ojos morados.
-Por milésima vez, ¡Y una polla!-gritó Rubius-Te caíste en la mañana por gilipollas y por no querer escucharme.
-Vamos a ver, me estás poniendo nervioso...-siseó Vegetta.
Los gritos de frustración eran demasiado divertidos, por lo que Luzu y Alex comenzaron a reírse mientras entraban a la habitación. Vegetta estaba atado en su cama hecho una furia, mientras que Rubius estaba lleno de tierra.
-¿Pero bueno chicos qué tal va su mañana?-dijo irónico Luzu-¿Y esta tierra?
-El bobo me intentó enterrar cuando no lo deje bajar a construir las escaleras-se quejó Rubius.
-No lo intenté, lo logré-aclaró Vegetta-Hice que se cayera a un hoyo y lo tape hasta la cabeza.
-¿Me imagino que por eso estás atado?-rió un poco Alex.
-Rata ponzoñosa...-dijo el de ojos morados viendo con enojo a Rubius.
-Niñato inmaduro-respondió el otro.
Luzu y Alex no paraban de sacar risas pequeñas sobre lo que estaban viendo; era imposible que estos dos congeniaran, y aún así lo estaban haciendo.
Alex revisó a Vegetta y le aviso que desde el día siguiente podía retomar todo lo que quisiera hacer; le revisó la herida de la flecha, que aún había quedado marcada. Después de un tiempo, todos decidieron despedirse e irse.
-Bueno Vegetitta-dijo sin saber qué decir Rubius-No te pongas a construir ahora.
-Tu no te tropieces en otro hoyo-respondió sonriendo Vegetta.
Los dos se miraron un momento, y pudieron sentir en cierta forma agradecimiento por el otro; Vegetta le había salvado la vida, o al menos el sufrimiento a Rubius, y él había cuidado de su compañero hasta el último momento. Ninguno se dijo nada, pero sabían que lo pensaban. Rubius se fue silencioso de la habitación.
Al quedarse solo Vegetta, se dió cuenta de todo lo que había ocurrido esos días, y en lo raro que se había sentido por hacer algo fuera de sus planes. La adrenalina que lo había llenado cuando entraron a esa estructura le asustaba y emocionaba al mismo tiempo.
Pensaba en como poder retomar esa adrenalina, como poder hacer que ese sentimiento siguiera; tal vez podía ser Vegetta, el chico de siempre, y algo más cuando nadie viera. Tenía ganas de experimentar hacer un poco de caos.
Comenzó a leer libros de las criaturas y poderes de Karma; uno particularmente le pareció interesante. "Lobo" Comenzó a pensar y su cabeza empezó a sacar ese lado impulsivo, era hora de divertirse, como todos lo habían hecho en algún punto.
En la noche para divertirse, saldría a causar problemas con otro nombre y otra actitud. Se iba a convertir, en Lobo Nocturno.
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KARMA
FanfictionSamuel ha decidido comprar un nuevo y misterioso juego: Karma, descargando en su computadora este prototipo sin conocer mucho con lo que se encontrará. Lo que no sabría es que quedaría atrapado en el mundo digital junto con Willy y otras siete perso...