35. Nuestra historia

249 37 10
                                    

El plan de Willy estaba saliendo a la perfección, pero aun tenía que hacer la parte más importante; hablar con Vegetta. Aun cuando este estuviera enojado con Rubius, no estaba seguro si iba a poder recuperarlo. Fargan y Rubius hablaban sobre todas las formas de rastrear a Lobo Nocturno, creando sus planes y estrategias, pero el solo podía pensar en el azabache en ese momento.

—Chicos creo que voy a ir a visitar a Vegetta...-comentó de la nada-Ha de estar confundido y creo que necesita a alguien.

Había pensado en romper la relación con Fargan antes, pero ya no había tiempo y se había distraído; ahora necesitaba volver a ver al chico con el que vivía en el mundo de afuera; Rubius y Fargan asintieron sin darle mucha vuelta al asunto, después de todo no sabían lo que el chico pensaba, pero sabían que ellos dos eran cercanos.

—Por favor intenta hablar con el-le suplicó ingenuamente Rubius.

Willy asintió sin prestarle demasiada atención antes de ponerse su chaqueta y marcharse, dejando a los otros dos con sus planes. Por alguna razón la seguridad que había tenido hasta el momento se esfumó y ahora temblaba ligeramente mientras que caminaba a paso lento hacía casa de Vegetta.

"¿Y si ya no quiere estar conmigo?"

Esa pregunta lo llenaba recordando la primera vez que se conocieron, hace años, siendo amigos rápidamente y sin poder si quiera pensar en lo importante que se iba a convertir para el. El cariño que le había tomado al chico le asustaba en cierto sentido, y ahora por ese miedo y por miedo a decir lo que sentía ocultándose en Fargan y la situación podía ser muy tarde.

—Ay Willy... te has portado como un completo patán-se regañaba a sí mismo.

Recordaba perfectamente la primera vez que supo que le gustaba el chico; justo cuando habían tomado la decisión de vivir juntos. Antes de eso simplemente pensaba del otro como un amigo, como la persona más importante, pero no creía que podía haber algo ahí más allá de una amistad.

Estaban jugando un videojuego en la sala estrenándola, peleándose pues los dos eran extremadamente competitivos; Willy empujaba con el codo al chico jugando ya que le gustaba molestarlo; sabía que el otro le gustaba ganar sin trampas.

—Pero que lento eres...-se burlaba mientras tomaba la delantera, poniéndole un obstáculo enfrente al otro.

—¡Hijo de tu madre!-exclamó furioso Vegetta intentando reponerse.

Aun con todos sus esfuerzos por derrumbar al chico, este ganó en el último segundo, saltando del sillón rápidamente para celebrarlo y gritar emocionado, llevando las burlas de vuelta al otro.

—¿Lento me dijiste? ¡TOMA!-gritaba contento.

Empezó a dar vueltas aun con el mando en mano mientras que el otro intentaba poner cualquier excusa para no aceptar su derrota. Estaba listo para pedir la revancha comenzando a regañadientes a configurar una nueva partida cuando el otro por emoción cayó encima del chico, enredado por el cable con el que había dado vueltas sin parar.

—Pero bueno compañero...-se rió Willy.

El no lo había tomado de otra forma que un accidente, pero pudo ver los ojos muy de cerca de su amigo y el rubor que comenzó a llenarlo; eso era algo que no había pasado antes. No era la primera vez que actuaban o se decían cosas como si fuesen pareja, pero nunca había visto al otro ponerse tan nervioso y tomando tan enserio un simple error.

KARMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora