25. Vinito barato

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-¡Qué viva el vinito barato de Luzu!-gritaba un Rubius muy borracho.

Estaba arriba de la mesa de los invitados, mientras todos gritaban a la par bailando y molestando a su anfitrión. Al haber empezado la fiesta, todos habían tomado mucho del vino, creyendo que no iba a tener efecto, pero en realidad, había sido eso lo que había acabado con sus cinco sentidos. Incluso Vegetta, que estaba intentando mantener el control, le costaba, pues veía todo borroso y se mareaba fácilmente.

-¡Bájate de esa mesa cabezon!-gritaba Vegetta a Rubius-Luzu, no intentes dar ese giro, ¡Auron no lo ayudes! Willy, suelta esa arma... ¿En qué momento deje que vinieran?

Rubius se burlaba de él mientras lo intentaba relajar, diciéndole que se subiera con el a la mesa. Vegetta todavía no estaba a ese punto de borracho por lo que se negaba, pero todos tenían un plan para que cayera en la locura; solo debían emborracharlo.

-Ven Vegetitta-decía Luzu persiguiéndolo con una botella.

-Que no-exclamaba el de ojos morados huyendo.

-Vamos, es un poco más-se reía Lolito.

-Solo quieren quemar mi casa mientras yo esté tirado en el suelo-murmuró molesto Vegetta.

-Vamos, dejen de insistirle, yo lo conozco mejor que nadie, no va a querer, el no es así-lo abrazó Willy.

Vegetta sintió cierto disgusto por esa afirmación; era verdad que el normalmente no era de tomar mucho, pero no le quería dar la satisfacción a alguien que estaba saliendo con otra persona aun cuando le había dicho que quería algo con el. Se soltó del abrazo de Willy y se subió a la mesa con Rubius; Luzu fue a pasarle la botella, mientras Lolito visualizaba como el que amenazaba su plan de descontrol caía; sonrió maliciosamente.

-Vamos anciano-sonreía Rubius esperando al primer sorbo.

-Cálmate tontito-respondió nervioso Vegetta.

Todos lo miraban ansiosos, esperando a que se dejara llevar, el solo miró un segundo a Willy, que tenía una cara de soberbia, pues pensaba que aunque Vegetta quisiera intentarlo, el no era así. Esa cara hizo que le diera aún más rabia, por lo que volteó a ver a Rubius, que le brillaban los ojos de emoción.

-Recuerda que tu vas a limpiar-le dijo amistosamente.

Rubius asintió ansioso, y eso fue suficiente para que Vegetta tomará la botella y empezara a beber el vino, concentrándose en terminar la botella completa de un trago.

-¡Venga!-decía Rubius mientras lo abrazaba de un lado.

-Eso Vegetitta, sucumbe-bromeó Luzu.

-Ahora sí esto va a ser un lío-afirmó Alex.

Vegetta, mareado, seguía tomando, a punto de terminar la bebida; cuando por fin sintió que ya no quedaba en el frasco, lo lanzó a la pared, haciendo que se rompiera.

-¡Ostia!-gritó emocionado Auron.

-¡Se nos vuelve locos tío!-saltó Fargan.

-Si vamos a hacer un desastre-suspiró borracho Vegetta-Hagámoslo bien.

Esas palabras incendiaron el lugar, haciendo que todos tuvieran por fin el descontrol a tope; Willy, Lolito y Fargan estaban quemando los árboles del jardin, Luzu y Auron bailaban juntos, Alex y Mangel jugaban videojuegos en la sala y Rubius empezó a comerse toda la comida del refrigerador, Vegetta sintió como todo el efecto del alcohol comenzaba a tomar forma, por lo que aunque quería estar lo mejor posible, ya había perdido esa posibilidad.

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