CAPÍTULO:𝟑𝟎 Venenum pugione

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Venenum Pugione

ʟɪʟɪᴛʜ

He realizado una buena jugada, he dado justo en el corazón del demonio de ojos rojos, aquel demonio por el que no siento nada más que odio.

La silueta de Samael entra por la puerta del salón junto a los ángeles que lo acompañaron, no viene el mismo número que se fue, pero este es el sacrificio de las rebeliones, perder ángeles para luego ganar el poder.

En sus brazos trae envuelto una criatura tan celestial, como demoniaca.

—He conseguido lo que me ha pedido, Diosa — Se inclina extendiéndome al pequeño que no deja de llorar alertando a las brujas.

Su cuerpecito cae en mis brazos, el calor que emana es igual al de Satanás, son tan iguales que me da risa, su cabello es negro como el ébano, ondulado como el de ella, sus ojos son unos luceros como lo que caracteriza a su padre, es hermoso, es una divinidad, la combinación perfecta entre una humana y un demonio.

Su semblante hipnotiza, y su mirada luce como un laberinto que te atrapa, no cabe duda que él es el anticristo, el ser que pondrá a la tierra temblar y a la humanidad arder.

Lo meso de un lado al otro intentando controlarlo.

— ¿Le hicieron algo a Yasbeth? — Alcé mi mirada hasta Samael, hizo una mueca que no me gustó.

—Se opuso, dio pelea, y tuve que enterrarle una venenum pugione — Se sincero.

Lo desaprobé.

—La daga que hemos robado del abismo no es para eso, autorice que le hicieran algo si se oponía, pero no que le enterraran eso, aquello es capaz de matar a un celestial.

—Lo sé, por eso no se lo enterré en su corazón, solo en su espalda, usted me pidió que no la matará, no le desobedezco.

Manifiesta cabizbajo.

—Perfecto — Me doy la vuelta para que las brujas contemplen a la criatura que cargó, lo admiran en el momento que lo ven, caen de rodillas, haciendo una reverencia ante él — Ahora si tenemos la verdadera ventaja, solo era cuestión de tiempo y saber esperar para que descubriéramos la realidad, con el anticristo de nuestro lado vamos a poder manipular al Dios a nuestro antojó.

Ella siguen embelesadas como si hubiesen caído bajo un hechizo que no tiene cura, una trampa hipnótica, eso es lo que emana el pequeño demonio.

—Tendremos que irnos a la otra guarida, Satanás ya sabe de esta y querrá buscar a su hijo, empaquen todo lo necesario y tengan mucho cuidado cuando se desplacen.

Comunicó dándome la vuelta con el niño en brazo, recorro los pasillos rocosos hasta mi habitación donde me espera la demonia Alouqua, va vestida con un lindo traje verde opacó, no puede quejarse, desde que salió de las celdas la he tratado como una princesa.

Hace una breve reverencia al captar mi presencia.

—Te encargaras de cuidar al bebé — Se lo extendí, ella lo aceptó gustosa — Que no le pase nada hasta cuando yo te lo autorice ¿Entiendes?

—Si, mi señora — Asiente, retirándose y me encargo de arreglar todo para largarnos de este lugar lo antes posible.

Con el hijo del Dios del infierno tengo una gran ventaja, sé que el Diablo no es idiota, es el segundo ser más inteligente que existe, y anteriormente no había creado una rebelión por temor, porque antes él era aún más despiadado, ahora sabe amar y el hecho de que Satanás pueda amar significa que ha dejado de ser totalmente malo, ahora tiene sentimientos y eso es solo su destrucción.

Diablo: Renacer2©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora