ℐNICIO
Yasbeth.
Los contempló a cada uno de ellos, mi corazón que ha muerto se encuentra acelerado, no puedo detener sus latidos incontrolables, mis manos tiemblan a causa de la sensación que me embarca― miedo ― ese sentimiento que he decidido enterrar ha vuelto a surgir en mí.
Todas las miradas se posan solo en mí y lo que tengo que según ellos les pertenece.
El viento sopla, los árboles que nos rodean se mueven en sincronía.
¿En qué momento termine metida en todo esto? ¿En qué momento me arrastré a toda esta situación? Quizás fue cuando conocí a Diablo o quizás fue mucho antes, la verdad no lo sé, pero aquí están a unos cuantos metros de mí, los ojos de todos ellos posados en los míos y en los que me acompañan.
¿Acaso esto es posible?
Que los doce reyes del infierno estuvieran sobre la tierra reclamando algo que me pertenece solo a mí.
― Ahora que te fuiste con los ángeles, debes darnos lo que nos pertenece ― Zanjó uno de ellos, por la expresión en su rostro pude deducir que está enojado, que siente tanta ira e impotencia como todos, excepto por Leviatán, Asmodeo, Belial y Mammón, estos últimos se encuentran serenos, contemplando la escena.
Abro mi boca para responder, pero alguien lo hace por mí.
― ¡No lo hará! ¡No les dará nada, porque ella no les debe nada!
Su mano se posó en mi hombro izquierdo, lo observé por un instante, estoy agradecida y feliz porque él se encuentra justo a mi lado, apoyándome a pesar del propio creador. Mikael, él que siempre me ha apoyado.
― ¡Mejor lárguense! ― Espeta ella a mi lado derecho.
Con ellos puedo sentirme segura porque ellos me dieron las alas para volar.
La expresión de cada rey demonio continúa demostrando su ira, su enojo aumenta y mis ganas de desaparecer también, me observan con odio, un odio que no está justificado porque debo odiarlos más a ellos, que estos a mí.
Solo me convirtieron en su Diosa para su maldita promesa, y como no lo permití me llamaron traidora, y ahora han venido por lo mío.
¿Acaso se van a pelear? ¿Es esto lo que desataría la furia de los reyes? ¿Es esto lo que causaría que ángeles y demonios poderosos se destruyeran entre ellos?
Aunque las manos no detienen su tambaleo, estoy dispuesta a destruir a todos los reyes, aunque eso me cueste mi propia vida. Entonces recuerdo cada instante, cada segundo, cada momento y lo supe, esto no es una historia de amor, es una guerra entre el bien y el mal, entre la oscuridad y la luz, mucho más allá que el cielo y el infierno, mucho más allá que la vida misma y la muerte.
Los reyes, los arcángeles. ¿Quién de ellos ganaría? ¿Qué bando se alzaría como el vencedor?
Las miradas continúan siendo penetrantes, están a punto de iniciar una guerra, una que tendrá un final devastador, pero como si no fuera suficiente que los doce demonios estuvieran acribillándome con su mirada, llegan las tinieblas, el ambiente empieza a emanar ese calor, ese mismo frío a la vez.
Las sombras se hacen presentes y ese olor nauseabundo se coló en mis fosas nasales. Es como si el Infierno se acercará y el Infierno se hace llamar también "Diablo"
Los reyes abrieron paso, él se encuentra con su traje completamente negro, su cabello liso, rubio, ligeramente peinado y sus ojos como el fuego que arde, que quema todo a su paso posados solo en mí.
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Diablo: Renacer2©️
De TodoCuando la Diosa del abismo dejó todo su mundo y subió a los cielos, inicio un infierno ardiente para el Diablo, quién se quedó con su corazón destruido, aquello fue una ventaja para que un nuevo enemigo se alzará en contra de la oscuridad y de la lu...