CAPÍTULO:𝟑𝟏 Alábame.

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Alábame

𝕐𝕒𝕤𝕓𝕖𝕥𝕙

Cuando abro los ojos lo primero que visualice fueron las paredes beige de una mansión, enseguida supe donde me encontraba, recordaba exactamente esa habitación y justamente esa cama, todo me hizo recordar a mis momentos de humana cuando estaba con Diablo, cuando viví con él, cuando dormí en la misma cama de él, es irónico, ahora puedo verlo tan chistoso, siempre estuve durmiendo en la misma cama de mí enemigo.

Cuando desperté aún me sentía débil, es entonces donde Leviatán me ayudo a ponerme de pie, mi mente solo me mandaba imágenes de cómo se llevaban a mi hijo y tiré todas las cosas al suelo, esta demás decir que colapse.

Explote al no ver a mi hijo junto a mí, Lilith se lo ha llevado, Lilith me lo ha arrebatado, fue justo en mi momento de vulnerabilidad cuando regreso Diablo y logró estabilizarme, me dijo que lo está buscando y no va a dejar de hacerlo, dude en creerle, pero no tenía alternativa, ahora es el único apoyo que tengo.

Pregunte sobre de qué era lo que me habían enterrado, porque no había podido curarme si solo era una simple daga, falso, no era una simple daga.

Venenum pugione.

En las palabras de Leviatán; existen cuatro artefactos en el infierno capaces de acabar con los ángeles, demonios y celestiales. La venenum pugione o nombrada también, daga venenosa, es como bien lo dice, un veneno que recorre todo el cuerpo, puede paralizar las extremidades y hacerte alucinar un poco antes de morir o caer en un sueño, que, si no te curan la herida antes, te lleva a dormir eternamente.

El segundo artefacto, es mortiferum pugione, daga mortal, es la daga de la tortura, no deja que cierres tus ojos o que los sentidos se apaguen hasta que estés totalmente destruida desde adentro, daña tu mente a tal grado que terminas por querer matarte.

El tercer artefacto, es conocida por caeleste pugione, daga celestial, en cuanto lo escuche quede sorprendida por el nombre, y como bien lo dice, es aquella capaz de dañar a cualquier ángel, en especial a los arcángeles, es el único artefacto menos letal, aunque si provoca que las heridas que se hace con esta daga no se lleguen a cerrar.

Y el último, aunque no pertenece al mismo linaje de las dagas también esta resguardada porque es más letal que todas las dagas juntas. Daemonium gladio o aeternam inferni, espada del demonio o infierno eterno, fue creado para que el Diablo tenga una gran debilidad, Leviatán me explico que Diablo se burló de su eternidad, grito a los cuatros vientos que él era eterno, que sería igual de existente que el creador, y el ser supremo no quedó insultado, ni mucho menos le permitió a Diablo creerse más de lo que ya es.

Confecciono una espada, y la lanzó a la tierra, donde este la encontró, el creador le dijo que cuidara bien de la espada porque esa sería la única arma que si llegase a enterrársela en su pecho deja de existir para siempre, al principio él no lo creyó, blasfemaba de que eso era solo para inculcarle el miedo, entonces probó la espada en un sirviente demonio y para sorpresa de todos, este se evaporó, se desvaneció como si nunca hubiese existido.

Desde entonces Diablo resguarda los artefactos en el abismo como si fuera lo más preciado que existe, pero la espada es la que más protegida se encuentra, y a pesar de tanta seguridad, Lilith logró robar uno de esos artefactos.

Miró a través de la ventana, los árboles que rodean la mansión, se mueven en sincronía. Solo tres días han pasado desde que no tengo a mi hijo y siento que ha pasado una eternidad, que he tocado el infierno estando en la tierra.

Las voces en la sala de la mansión se hacen presentes, los reyes están aquí desde que desperté, no paran de insultarse entre sí, son esculturas perfectas, pero también son tediosos, entiendo las muecas de cansancio que hace Diablo en algunas ocasiones, cuando ya no quiere escucharlos.

Diablo: Renacer2©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora