Diablo: Renacer2©️

CAPÍTULO:➒ Natus est.

Maraton 2/4

Natus est

YASBETH

Leo el libro que Erelah me ha prestado para no distraerme, el libro está sobre mi barriga, ahora es un apoyador para leer a gusto.

Tocan la puerta con suavidad y ordeno que entren, bajo el libro lentamente quedando a mitad de página. La figura que encuentro al frente me sorprende. Miguel.

— Está más grande que la última vez.

—Eso es. . .— Me acomodó y lo miró — Porque nos vimos hace ya tres meses.

Tres meses es lo que ha transcurrido de la cena que organizaron los arcángeles para mí.

—Ya no falta nada.

Lo sé.

Sé que ya no faltaba nada, que solo es cuestión de días.

—¿Cómo has estado últimamente? — Camino hasta a mi para sentarse en el borde de la cama.

—¿Qué puedo decir? Estás últimas semanas los síntomas han aumentado, tanto que no puedo ni levantarme de la cama por si sola.

Él hizo una pequeña mueca de tristeza, pero aquello no me importa, ya mi hijo va a nacer, lo voy a poder abrazar.

Bajo la mirada a mi abdomen abultado, tengo líneas verdes casi moradas. No es una panza perfecta de esas que salen en revistas, pero es mucho mejor.

— Me gusta como tus ojos brillan, miras con anhelo a tu futuro hijo.

Vuelvo a mirar al arcángel.

— Es que es para mí, es mío, lo único que en verdad tengo — Pudo percibir la sonrisa del arcángel con un poco de tristeza.

—Estamos haciendo todo lo posible para que nadie del infierno se entere, pero en algún momento lo tienen que saber, él es parte de una profecía, una promesa que se está cumpliendo ¿lo sabes?

Asiento moviendo la cabeza.

—Lo sé, pero lo quiero para mí, ¿por qué no me lo puedo quedar?

Miguel suspiro para luego responder.

—No puedes, lamentablemente no puedes, si todo esto estuviera en las manos del creador te aseguró que él te lo dejaría, pero esto solamente está en las manos de Lucifer y su asamblea.

No quería y no quiero creerlo, mi hijo no le pertenece a Diablo, él lo único que es enteramente mío.

Bajo la mirada a mi abdomen otra vez sin decir nada.

— Ya todo está listo — Rompe el silencio — La cabaña donde vas a dar a luz, todo está protegido para que ningún ser que no sea bienvenido pueda entrar.

— Gracias — Susurró — Por todo.

— Aunque seáis la esposa de él, también eres humana, y todo ángel, arcángel o ser celestial fueron creados para que nuestra prioridad sean ustedes — sus ojos me inspeccionaron— y tú eres mi prioridad, Yasbeth.

Pocas palabras son las que cruzo con él, pero siempre dice algo exacto, siempre sabe que decir o hacer.

El arcángel que hizo caer a Diablo, en realidad es el ser más bondadoso.

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Un tirón hizo que abriera mis ojos. Miró a mi alrededor, todo está completamente oscuro excepto por una pequeña luz que entra por la ventana del balcón.