CAPÍTULO:𝟚𝟚 Arcángel vs Demonio.

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Arcángel 🆚️ Demonio

Lilith

—¡¿Qué hizo qué?! — Aquello que escuché no lo puedo creer.

Aśubha a un lado esta estupefacta por lo que escucha de una de las brujas que no para de sollozar.

—Como ha escuchado, mi señora, el Dios del Inframundo destruyo toda la cabaña de mis hermanas y ellas explotaron — Le raspó la voz.

No puede ser.

Ese idiota saliéndose con la suya.

Si hubiese estado pendiente de las brujas y no ir tras Yasbeth, quizás ahora estuvieran a salvo. Caigo desplomada en el sofá, no puedo creer lo que escuchó. El maldito me esta arruinando todo, pero solo es un golpe de suerte, solo fue suerte, él puede ganar todas las batallas que quiera, pero la guerra es mía.

Me pasó una mano por el rostro tratando de controlar toda mi ira.

—Con más razón tenemos que buscarle un punto en donde atacarlo, en donde herirlo antes de acabarlo — Proclamé.

Mi sirvienta se acerca despacio.

—Si tenemos un punto en donde herirle, mi Diosa — Sé a lo que se refiere, negué brevemente.

—No, tendremos que buscar otro, ese no.

—Es la única salida, si solo. . .

—¡Con Yasbeth no nos vamos a meter! — Pierdo los estribos poniéndome de pie.

—Es la única manera — Murmuró cabizbaja.

—Pues buscaremos otra, pero no permitiré que se metan con la Diosa Yasbeth ¿entienden eso? La quiero de mi lado. — Expresé. Ellas asienten.

No me importa lo que tenga que hacer ahora que no tengo a las brujas. Lograré acabar con el maldito sistema del Infierno, no puedo meterme con Yasbeth porque ella no es parte de esto, sé que haciéndole algo a ella lograría debilitar a Satanás, pero también seria injusta con mi cometido. Yasbeth tiene mí misma historia y por lo tanto, no voy a dañarla más de lo que ya está.

No me puedo permitir otra derrota más, he llegado muy alto para que esto pueda detenerme, subiré al trono del lucero y tocaré las estrellas mientras él que se cree Dios arde en las llamas.

Lo haré por todos aquellos que han caído por culpa de Lucifer.

Y A S B E T H

Los rayos del sol entran por las ventanas de la casa alumbrando todo el interior. La mañana es fresca y los pajaritos en los árboles me terminan de confirmar que hoy será un buen día. Salgo de la habitación ya cambiada, me dirijo hasta el sofá de la sala.

Estar en casa es bastante solitario, quisiera visitar a mi hijo, pero sé que si lo hago puedo ponerlo en riesgo. Cuando toda esta mierda terminé podré ser feliz con mi hijo, podré estar en paz.

Escuchó dos toques en la puerta, me levanto del sofá y me dirijo a pasos lentos hasta esta. La abro despacio y me sorprende ver al demonio delante de mí.

— ¡Behemoth! — Exclamé — ¿Qué haces aquí? — Le pregunté confundida.

Él demonio abrió la boca para responderme, pero otra voz lo interrumpió.

—Le pedí que viniera — Sale Ezequiel de uno de los árboles, en todo su esplendor y belleza junto a Uriel, él segundo me sonríe con simpatía. Los dos caminan hasta mí, sus bellezas son inigualables y muchos más cuando los rayos de la mañana le alumbran en todo su rostro, aquello los hace ver más divinos de lo que ya son, los hace lucir perfectos.

Diablo: Renacer2©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora