CAPÍTULO:𝟑6 Escapo y ella cayó.

788 51 85
                                    

Escapó y ella cayó

Lilith

Los golpes me tienen la cara descompuesta, aunque fácilmente puedo curarlos, por primera vez puedo sentir un frío que me hace temblar mis fibras en esta habitación lujosa de la mansión.

No puedo abrir un ojo, por el golpe certero que me ha propinado la reina Leviatán, siento los labios hinchados y las costillas adoloridas por las patadas que me han propinado los reyes del infierno. Me han insultado, denigrado y ofendido, escupiendo sobre mí. Hasta me han pisoteado, sin embargo, no he flaqueado, no he suplicado, ni pedido piedad, no voy a caer tan bajo, alzó el mentón soltando una sonrisa maquiavélica.

Deseo que ellos vean que ni en los peores momentos una Diosa es capaz de dejarse doblegar, se sienten poderosos porque su Dios regreso, pero sin él no son nada.

Los dientes me castañean mientras mantengo la espalda encorvada, con mis brazos colgando de cadenas de acero del techo. Los reyes están frente a mí luciendo sus vestimentas finas y hermosas, observándome a la espera de que supliqué, de que lloré y sufra aún más.

—¿Dónde está su Dios? — me duelen todos los músculos de la cara cuando hablo — ¡¿Dónde está su maldito Dios?!

—¿Dónde crees? Con su esposa, la verdadera Diosa y el anticristo, su hijo — Belial pronuncia cada palabra con la intención de que me duela, y no solo me duele, me rasga el alma.

Su esposa.

Su hijo.

Já.

Después de regresar, terminar de masacrar a los míos y dejarme colgada aquí con los reyes, se va tranquilamente a pasar tiempo con su esposa y su hijo. Yo sentí el trago amargo cuando me enteré que le habían arrancado las alas, y lo primero que hace cuando regresa luego de tres semanas, es ir tras su esposa, debí escuchar a Samael, escuchar todo lo que dijo, ahora yo estoy encerrada, los míos muertos, y él huyendo de Lucifer.

—¿Y los dejó a ustedes solos? — Refute con gracia, temblando — Su Dios se va a follar con su esposa y a darle amor a su hijo y ustedes aquí, después de que Yasbeth le ocultó al anticristo la van a aceptar como si nada, ni para mantener sus palabras sirven.

Amón da dos pasos con las manos vueltas puños.

—No cuestiones algo que haga nuestro Dios, Lilith.

—¡¿Por qué?! ¡Si su Dios lo único que ahora sabe hacer es estar pegado a la falda de Yasbeth! ¡Ella misma le arrancó las alas por medio de la arcángel y aun así la van a aceptar! ¡Tanto que dicen proteger su infierno y llaman a Diosa a una que es capaz de destruirlos a todos!

Sujeta el cuello de mi vestido dejándome a su altura listo para golpearme, lo hace, lo cual provoca que mi boca se llene de aquel sabor metálico que me recuerda que una vez fui humana, que logré ser parte de la creación perfecta del ser supremo.

Suelto una risa apagada antes de que sienta un puñal atravesarme el estómago.

—No te metas ni con el Dios, ni con lo que es suyo, perra — Advierte.

—Acabaré con tu Dios y con su maldita familia, ya lo hice arrodillarse ante mí, ¿Crees que no puedo hacerlo caer otra vez? pero de esta no se podrá levantar — Resopla, el aliento helado toca mi nariz, y los nudillos se tornan blancos con el fuerte agarre que me envuelve.

Suelta una carcajada la cual me muestra los dientes alineados.

—Te juró que el abismo te está esperando, y el fuego se está calentando aún más para recibirte — Espeta, sacando el puñal sin compasión de mi cuerpo, provocando que salga con él un sin fin de sangre.

Diablo: Renacer2©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora