❦ Sand Dream ❦ THUNDERSHIELD

S O M N U M E X T E R R E R I

❦ Somnum exterreri= Pesadilla ❦~*~ADVERTENCIAS DE CAPÍTULO:Malestar, incertidumbre, pérdida y duda de uno mismo, violencia explícita, escenas sangrientas y de humillación o tortura física extrema, ligera desubicación de la realidad, descripción de abuso y maltrato infantil en experimentación y explotación humana, ataques de pánico.~*~

De la oscuridad, la luz blanca lo cegó.

En el cielo las galaxias comenzaron a volar entre hilajes de distintos colores. Los seis colores que vio en su visión: verde, azul, rojo, morado, naranja y amarillo. Cómo un río embravecido que surcaba con furia desmedida el eterno firmamento. Colores brillantes y arenosos a través de toda la visión hasta dejar ver un panorama destruido y en ruinas. Era un campo de batalla ensangrentado y lastimado. Las rocas llenando de escombros, las fugas de agua diluyendo la sangre y una masa negra que ya había visto antes. Está seguro de que ha llegado a sentir y oler esa brumosa y espesa masa de color negro... Salió de la bruja de los juguetes.

El cielo rugió con toda su furia y el suelo tembló de miedo. Los ríos de colores en el cielo comenzaron a correr con mayor rapidez. Sus movimientos eran intensos y atrevidos. Atravesando todo el espacio en una nebulosa llena de luz y color en contraste con el oscuro espacio destellando levemente con las estrellas. Andando a su alrededor y rodeando su cuerpo, el cielo se incendió en relámpagos furiosos y las nubes crujieron. En difusas imágenes en movimiento pudo ver a su familia. Pudo ver a la gente de Asgard. En un instante estaban alegres, cantando y bailando alrededor de una hoguera y disfrutando de la velada. El cielo volvió a rugir y los rayos encendieron todo en una visión blanca en un parpadeo. Entonces, todo era fuego, dolor y el interminable sonido de los gritos de su gente.

Los ríos de arena de esos seis colores fueron diluyéndose y tomando distintas texturas y espesores. Ya no eran una arena brillosa, eran fluidos salvajes, rayos y energía congelada, soles hechos cenizas y líquidos malignos brillando en los colores más brillantes que jamás imaginó. Y pudo reconocer uno de ellos. El líquido rojo del aether. Fluyendo con su elegancia maligna junto con las demás materias a través de su cuerpo y dispersándose a entre los bramidos de su gente por el dolor y el miedo. El cielo volvió a encenderse en rayos y las semillas de brujas cayeron como granizo malintencionado. No podía mover su cuerpo, no podía detener sus pensamientos erráticos y el miedo de no poder hacer nada para detener toda esta locura. Los rayos salieron disparados con fuerza y sin control por todos lados mientras atacaba sin previo objetivo alguno. Su cuerpo burbujeaba y dolía mientras la electricidad salía de su cuerpo.

Las semillas de brujas caían y cortaban su cuerpo con sus afiladas puntas. Encajando la daga, haciéndole sangrar y quemar la piel al instante. Gritó de dolor y el suelo volvió a temblar. La luna apareció, entonces. Grande, llena y de color azul con brillos dorados bailando a su alrededos. Los ríos de seis colores la rodearon y las semillas en el suelo brillaron en sus colores rosas y morados. Risas se escucharon en la lejanía y él sintió la furia surcar su cuerpo entero. Su gente sufría, debía cuidar a su gente, debe protegerla. Debe hacer algo. Pero un poderoso y gigantesco rayo cayó sobre él y la luna se incendió en llamas. Los seis ríos de colores se separaron y comprimieron uno por uno hasta hacer seis piedras de distintos tamaños y formas asimétricas. El pulso energético fue definitivo mientras aquellas piedras se acomodaban alrededor de lo que parecía una especie de guantelete.

Entonces, las brujas rugieron en furia y salieron de sus semillas. Sus bestiales figuras dejaron salir a sus familiares y las lágrimas de los colores rosas, morados y negros con detellos rojos inundaron el panorama. Rugían y crecían a interminables dimensiones. Más y más bestias aparecían y la luna terminó por consumirse en llamas y convertir su materia en aquella masa negra viscosa. Los rayos seguían atacándolo y maltratando su cuerpo como si él nunca hubiera sido capaz de soportar ese dolor. Bajó la mirada a nivel con dificultad y el miedo consumió todo su cuerpo.