❦ Sand Dream ❦ THUNDERSHIELD

M O R S I

❦ Mors I = Muerte I ❦

ADVERTENCIAS DE CAPÍTULO:

Alta carga de información, insinuaciones de violencia, violencia típica de la historia, autopercepción errónea del concepto de poder y dominación, desubicación tiempo espacial, un Thor melancólico y un Steve triste.

Sin más, ¡a leer!:

~*~

Sakaar(1) era sin duda el lugar más caótico donde llegó a parar.

El lugar lleno de basura, ruidoso y sin reglas se complementa como la imagen del planeta distante adonde fue a parar. Después de que Hela hubiese dejado un pulso de energía en Muspelheim y a Surt con la indicación de herirlo de gravedad. Sea lo que sea que esté pasando, Hela estaba un paso, o dos, delante de todos con sus planes y había previsto una seguridad y respaldo en caso de que se le busque en los lugares donde pueda haber vestigios de energía oscura de las brujas en los nueve reinos. Antes de Alfheim, Vanaheim, Midgard o Svartalvheim, Muspelheim y Nylfheim eran lugares desiertos donde la energía se movía con mayor libertad y la falta de habitantes y seres vivos en ellos abría un campo mucho mayor. Además de que todo lo que sea hecho por Surt sería antecido por magia, por lo que acercarse a las energías oscuras era prácticamente imposible para el ser. En conclusión, había encontrado como buena idea comenzar por esos lugares para encontrar los movimientos de Hela y entender lo que estaría planeando en base a la circunstancia. El último lugar al que iría antes de ir por Steven sería Asgard. Eso, si también logran evitar que Hela sepa quién es el nuevo protector de las semillas de brujas. La carrera contra reloj llevaba de la mano una gran serie de circunstancias que había que evitar. No sólo la dominación y fuerza de Hela, sino el futuro de Asgard como pueblo y reino, y, por ende, el destino de todos los demás reinos que están bajo su protección. Si Hela logra su cometido, la catástrofe sería inevitable y mucho peor de lo que cualquiera podría imaginar. La muerte sería el mínimo de los problemas a los que se enfrentarían.

Sinceramente, no esperaba que al llegar a Muspelheim tuviera que enfrentarse a un Surt renovado en objetivos de poder y una furia incontenible. Había sido realmente abrumador haberse tenido que enfrentar a la bestia sin más preámbulo que la furia de la espada y el calor del maldito fuego. La batalla y las heridas habían sido lo de menos cuando Surt se jactó de que por fin la venganza más maravillosa contra Asgard, que los debilitaría lo suficiente antes del Ragnarök, había llegado. Y aquello ciertamente le llamó la atención, por lo que decidió jugar con la mente de la bestia como lo suele hacer Loki. Y logró manipularlo mientras derrotaba a sus secuaces y guardias para hacerle hablar. Si Hela lograba su objetivo, ella misma podría provocar el Ragnarök y controlarlo a placer contra los reinos del Yggdrasil e irse expandiendo poco a poco. Si lograba seguir criando a la bruja madre, las gemas del infinito serían un simple chiste junto al poder que tendría en sus manos. Después de todo, el objetivo de Hela es controlar tanto la energía oscura de las semillas como la energía pura o blanca que reside en Steven. Con ello, incluso, ella sería capaz de hacer algo mucho más fuerte que esas gemas, que utilizarlas en su contra sería el más burdo de los intentos. Lo que les dejaba en evidencia que las semillas de brujas en conexión con Steven era ciertamente lo que vio en sus visiones: un caos. Y si las gemas terminaban de por medio, la circunstancia se volvería mucho peor. El poder que tendría Hela sería sumamente imparable. Ningún ser podría compararse con ella. Ni siquiera Odín en su años de gloria, ni siquiera los planetas desarrollados y pensantes. Nada ni nadie podría vencerla una vez logre su objetivo.

El Ragnarök sería un simple escalón más para ella en vez de la batalla final como se tenía predispuesto. No le costaría nada a Hela buscar las gemas restantes y quitarle de las manos las que ya poseen con tal de hacer el simple juego de fusionarlas con el cuerpo que sea vasija de la energía pura. Surt se jactó de que ese cuerpo, por más resistente que sea, sería destruido una vez Hela lo tenga bajo su poder. Lo rompería como el cascarón que es y absorbería la energía pura. Y para eso, necesita recuperar sus fuerzas en Asgard, para poder resistir el intercambio entre los dos tipos de energías en su cuerpo y manejarlo a su antojo. Llevaría a Steven como un esclavo sencillo, un ejecutor manipulado por hilos hasta que absorba por completo hasta la última gota de energía pura que resida en él. Para alcanzar eso netamente, después del Ragnarök, era la búsqueda de las gemas del infinito. Las incrustaría en el cuerpo de Steven para que se salga de control de una vez por todas y que la energía pura destruya las gemas y sólo así Hela pueda robarla por completo. Por lo que entendió Thor mientras destruía a los guardias de roca de Surt y la bestia se regodeaba de la dicha del plan de su nueva ama, es que la obtención de la energía pura resultaba mucho más complicada que la energía oscura de las brujas.