— El ventanal de cristal está Polarizado, así que no pueden vernos —indica, Thomas, soltando mi mano pasa dejarme pasar.Los individuos en el interior parecen percatarse de nuestra entrada porque dejan su conversación de lado y se vuelven hacia nosotros con entusiasmo.
Tan solo era un chico y otra chica.
— ¡La trajiste! —chilla, el chico poniéndose de pie de un salto.
Frunzo el ceño en cuanto esté se acerca a mí y me guiña un ojo.
Era un chico alto, esbelto, moreno y con unos atrapantes ojos color esmeralda.
Dios ¿de dónde sacaban a esta gente?
El cielo era demasiado plano para ellos, el infierno sin embargo parecía el hogar que los vio crecer, tan solo sus miradas hacían a cualquiera arder en llamas.
— ¿Huh? —inquiero, enarcando las cejas.
— No dejo de hablar de una despampanante, graciosa y hermosa chica el día de ayer —explica.
Mi rostro hierve en cuando la sonrisa se me escapa sin atadura alguna. Desvío la mirada hacia Thomas y este pone los ojos en blanco cerrando la puerta a su paso.
— Bienvenida al club, preciosa —interrumpe la chica, haciendo a un lado al amistoso tipo, me sonríe abiertamente de manera amigable y señala al frente —Soy Odette Chéster.
— Y yo Gastón Brown —agrega, el tipo rodeando los sillones y desplomándose sobre uno de ellos —A tus servicios.
Desvío la mirada hacia la escena frente a mis narices por una fracción de segundos sin siquiera poder evitarlo.
— Madeleine Jones —respondo, tragando con dureza tratando de acabar los interminables gemidos y maldiciones. En resumen el acto a nuestro lado.
¿Cómo podían fluir con tal normalidad?
— No te sientas culpable de mirar, disfrútalo —murmura, Thomas en mi oído mis espaldas. Apegándose a mí de forma lenta, dejándome sentirle por completo. Parecía restregarse contra mí, provocarme y buscarme.
— Somos los cómplices de este depravado sexual —suelta, Gastón —Creó que tú has de unirte al club, nadie llega a esta área —pavonea, alzando un vaso de whisky antes de llevárselo a los labios.
— Cierra en pico, Gastón —le interrumpe, Thomas. Guiándome a uno de los sillones, para luego desplomarse y empujarme a su lado con delicadeza. Este cruza su brazo por encima de mi hombro y me atrae a él, brindándome lentas caricias.
— ¿Por qué esto? —murmuró, anonada.
En definitiva, esto no era lo que me esperaba que sucediese hoy.
Tan solo verle aquella noche en la cena me hacía cuestionarle, es como si estuviese viendo a dos personas diferentes.
— ¿Por qué no hacerlo? En un momento exacto de nuestras vidas nos dimos cuenta de lo muy atraído que nos encontrábamos a estos actos, somos humanos, no podemos reprimir algo que se nos ordena a hacer por naturaleza ¿por qué temer o avergonzarse de algo completamente normal? —suelta, Odette, desviando la mirada hacia la calurosa escena —Algún día espero ser partícipe.
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DESTRUCCIÓN +18
Romance"Quiero cortarte de mis sueños." No había límite que se interpusiera entre él y yo. Yo fui capaz de amarte y lo hice. Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste. Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos. - No de alguien como yo, se que hacer pa...