"Quiero cortarte de mis sueños."
No había límite que se interpusiera entre él y yo.
Yo fui capaz de amarte y lo hice.
Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste.
Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos.
- No de alguien como yo, se que hacer pa...
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POV THOMAS.
Dejo el humo escapar de entre mis labios antes de abrir la ventanilla que separaba la parte trasera de la limusina, donde yo me encontraba, con la delantera, donde sacha conducía a una velocidad y con una tranquilidad armónica.
— Si quieres llegar hoy a la puta mansión será mejor que aceleres El Paso. —le ordenó a través de la ventanilla.
Este río entre dientes antes de negar y acelerar considerablemente.
— Y pon algo de jazz. —bufo antes de caer desplomado sobre mi asiento y darle una mirada fugaz a la mercancía que yacía al fondo.
Que día tan agotador.
— Recuerda que hoy cuido de ti, soy prácticamente tu niñero, mocoso. —se burla sacha poniéndole volumen a la música.
—Al diablo con las órdenes de Vladímir. —me mofo dejando escapar unas incontrolables carcajadas.
Sacha me observa a través del espejo poniendo los ojos en blanco antes de volver la mirada a la autopista.
— ¿Cómo está la mercancía? —inquiere al aire.
Tuerzo el gesto desviando la mirada hacia esta nuevamente.
Mi mirada la analizo de pies a cabeza y el único sentimiento que se deslizó por mi cuerpo fue repulsión pura.
—Destroza. —comento analizando la herida en su pierna.
Manchada de sangre y sudor hasta el más mínimo puto orificio.
—Odette y Blaze no pueden hacer ni una mierda bien. —me exasperó negando con desaprobación. —Las mujeres son una tan jodidamente estúpidas.
—Vladímir les echará la bronca por ello, no podemos vender a alguien en el estado de esa chica. —razona y no tiene que decirlo dos veces.
—No tienes que decírmelo. —siseo torciendo los labios antes de observar el rostro de la chica que fue mi carga por meses. Asco total. —Tendremos que repararla y tomarnos al menos dos semanas para hacerla ver cómo un humano normal, su estado ahora es simplemente repugnante.
Los moretones en sus piernas, lo blanquecino en sus labios y su rostro desfigurado y con una mirada perdida hacia la ventana.
Se enterró en aquel asiento y más nunca volvió a dirigir la mirada hacia otro lado.
Dudaba siquiera que estuviese consciente de verdad.
—No debe ser tan débil que logro clavarle un puñal en el ojo a Odette. —comenta sacha acelerando El Paso
Me encojo de hombros sin brindarle mucha importancia antes de jalar nuevamente el tabaco entre mis labios y dejarle ir por mi nariz.
