— Está bien, tan solo fueron algunos golpes leves, se irá a casa en cuanto recobre algo más de energía. —explica André a través del teléfono —Por ahora no tenemos que preocuparnos.
— ¿No crees que deberíamos estar nosotros allí? —murmuró observando las maletas esparcidas por la entrada de la casa.
— No. —sentencia con un tono menos neutro. —Sus padres vienen en camino, Madeleine. Supondrás el problema que le...
— Que le cargamos a Gastón en sus hombros, sí. —finalizo por este dejándome llevar por los escalofríos que recorrían mi cuerpo.
La espera me causaba miedo.
¿Cuándo estaría aquí?
— Por ahora no es mucho lo que podemos hacer más que esperar. —continúa. —Aguardaré aquí hasta que sus padres lleguen, luego iré contigo y nos reuniremos todos. Supondrás qué hay mucho de lo que hablar, ellos no aguardarán y eso hace que al instante nuestra vida corra peligro.
— Estoy consiente de ello. —manifiesto arañando mi piel de manera inconsciente y desesperada.
Podría fingir cuanto quisiese que ahora los nervios no me consumían, mis acciones hablaban por si solas.
— No aguardan un gran plazo para que depositemos la cantidad exacta de su dinero.
— Además que como se formaron aquí, su gente está aquí y no dudo ni una puta mierda que les ordenase observarnos. —explica con un tono agridulce.
Podría jurar que ahora mismo se encontraba apretando los puños y frunciendo el ceño con un gesto de asco total.
— Es lo más probable. —balbuceo encogiéndome en mi lugar.
Mi mirada se desvió hacia la puerta a mis espaldas.
Lo más seguro sería entrar allí. Pero el hecho de que luego tendría que enfrentar a mi madre me causaba náuseas.
No estaba molesta con ella, para nada.
Estaba decepcionada y aquello era mucho peor. Jamás me dijo algo verdadero sobre mí o sobre mi infancia.
¿Con qué cara entraría allí?
Aun así corría mucho más peligro estando en la cera de mi casa a la espera de Thomas.
Eran las cuatro y media de la mañana.
¿Algo peor podría pasar?
— Te dejo, aguarda por él en el interior de tu hogar, Madeleine. Ya en pocas horas resolveremos el problema de nuestra seguridad. —continúa André haciéndome sentir como si en aquella fracción de segundos hubiese leído mi mente.
Desvío la mirada desde la entrada hacia la desolada, silenciosa y apagada calle.
— Sí. —murmuró sin más o sin tener algo más que agregar.
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DESTRUCCIÓN +18
Romance"Quiero cortarte de mis sueños." No había límite que se interpusiera entre él y yo. Yo fui capaz de amarte y lo hice. Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste. Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos. - No de alguien como yo, se que hacer pa...