Capítulo 19 : A tu Merced.

23.5K 1.1K 880
                                    

Dejo el auto parqueado en el lugar que me asignaron los guardias al entrar y lo apago con prisa sintiendo una presión en mi pecho casi sobrehumana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dejo el auto parqueado en el lugar que me asignaron los guardias al entrar y lo apago con prisa sintiendo una presión en mi pecho casi sobrehumana.

Comenzaba a odiar la sensación de nervios que sentía cuando les tenía cerca.

La odiaba como la mierda.

Me paso las manos por el rostro mientras suelto una bocanada de aire contenida inconscientemente.

Las horas, días y semanas seguían pasando y aunque desease tener la idea en la cabeza de que todo estaba bien, ya no lo sentía así.

Días y noches en las que miles de cosas me atormentaban. Las revelaciones de Thomas, la ida de Blaze, la conversación con su madre en la casa de campo.

Simplemente era demasiado que analizar.

Las noches se volvían largas cuando los pensamientos me atacan y me odié a mi misma por no haber notado algunas cosas antes, pero el miedo y el tener cerca a los Miller me vencía.

No sabía como actuar con ellos respecto a su pasado o tampoco como hablarlo.

Pero algo tenía en claro y es que debía dejar el miedo de lado y plantear el tema. Ya ni siquiera me preocupaba el estúpido comportamiento de mi madre.

Las cosas ya no encajaban y no esperaría más por respuesta.

Le preguntaría a Thomas hoy mismo. Me importaba que mañana fuese su cumpleaños y yo posiblemente lo fuese a arruinar con mis dudas.

No podía seguir con aquel nervio estancando en mi cabeza.

El único problema aquí no eran sus drogas y lo tenía muy en claro.

Me observo por última vez en el reflejo de los retrovisores y con un aire decidido y marcado, tomó las carpetas entre manos y salgo del auto, dirigiéndome directamente hacia la entrada de la mansión de los Miller.

Hoy tenía que entregar el registro final del mes, cosa que hacía mensualmente con ellos. No había mejor oportunidad que esta.

Entrar, preguntar unas cuentas cosas y salir con una posible respuesta.

Fácil.

Subo los escalones que dirigen hacia la puerta principal a toda prisa, asegurándome de aún seguir viéndome impecable y profesional al estar arriba.

Una vez allí echo un vistazo al inmenso jardín que se cargaban en la parte delantera de la casa.

Aquí fácilmente podría vivir una la reina de Inglaterra y su descendencia.

Trago en seco y enderezó mi cuerpo quedando de frente con un timbre el cual no dudo en tocar las veces repetidas.

Después de allí solo transcurrieron microsegundos antes de que el enorme portón de manera se abriese frente a mis narices.

DESTRUCCIÓN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora