"Quiero cortarte de mis sueños."
No había límite que se interpusiera entre él y yo.
Yo fui capaz de amarte y lo hice.
Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste.
Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos.
- No de alguien como yo, se que hacer pa...
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Antes de todo, quería dedicar este capítulo a MeFolloAMasonStein Un nombre de primera hahaha🤍 Gracias por el apoyo y feliz cumpleaños a pesar de estar atrasada. ~
Oh Dios.
Deslizo la mano sobre mi trasero y jadeo adolorida.
— Esas marcas no desaparecerán con una simple crema, nena —argumenta, Odette.
— Lo sé. —balbuceo, haciendo una mueca.
— Ustedes sobrepasaron los límites. —se carcajea, poniendo los ojos en blanco —Las marcas de sus anillos aún siguen por todo tu trasero.
— ¿Qué me dices de él? —me mofo.
— Buen trabajo, chica. —alude —Parece como si un cocodrilo le hubiese pasado los dientes por el cuerpo.
— Entonces hice un bien trabajo. —suspiro, tomando asiento de manera progresiva en el mueble a un lado de la enorme cama matrimonial.
— Nena, esos chicos se están consumiendo. —opina Odette, cambiando el canal por milésima vez.
Esta yacía bastante cómoda sobre la cama y aún en pijama.
¿Qué era de nosotros ahora? Absolutamente nada.
Después de lo ocurrido anoche con Thomas en el ascensor, nuestro intercambio de palabras fue mínimo, pero hubo algo que me dejo muy en claro.
— Quiero que seas mía —jadea Thomas sosteniéndome por la cintura con fuerza y restregando su húmedo pene contra mi trasero manchado de su semen —Serás mía.
¿Cómo diablos debía interpretar esas palabras cuando sus acciones eran todas las contrarias?
¿Y por qué diablos yo seguía sintiéndome mal al respecto sabiendo a la perfección que no somos ni seremos nada?
¿Qué acaso deseo que lo seamos?
Dios, Madeleine. Busca un martillo y explótese el cerebro porque eso jamás sucederá.
Después de haber tenido sexo desenfrenado, logramos llegar al piso de nuestras habitaciones y sin cruzar ni una palabra más tomamos caminos diferentes hasta hoy por la mañana.
¿Qué sería de nosotros hoy? Ni siquiera yo lo sabía.
Los chicos llegaron tan borrachos por la madrugada que ni siquiera notaron nuestra ausencia y con gran sorpresa podía incluir a la zanahoria de Blaze.
Para cuando el sol salió en su mayor punto, tan solo nos encontramos Odette y yo en una habitación que compartíamos con Gastón, André y Saúl.
Todo parecía estar hecho un lío, pero a la vez no parecía haber problema.
Tan solo deseaba que una persona desapareciese a ver si Thomas ponía los pies sobre la tierra.
