Capítulo 22 : De pronto no sentí nada.

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Sostengo mi estómago contra la almohada tratando de ahogar las puntadas de dolor que iban y venían sin detenerse ni por un segundo

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Sostengo mi estómago contra la almohada tratando de ahogar las puntadas de dolor que iban y venían sin detenerse ni por un segundo.

Eran leves, pero persistentes e incómodas.

Mis planes eran morir de otra manera, Jesús.

Me llevo la mano a la frente sintiendo cómo está hierve bajo mi tacto. El sudor se deslizaba por entre mis mejillas haciéndome sentir aún más ahogada y débil.

Estoy sudando agua hervida.

No puedo creer que me esté enfermando justo ahora.

— Debes alejar las colchas de ti, morirás hervida. —gruñe mamá sacándolas de alrededor de mi cuerpo, causando que los primeros segundos un escalofrío helado recorriese mi cuerpo.

— Basta ya, ponla nuevamente. —me quejo haciéndome bolita entre las almohadas.

Esta se limita a observarme antes de dar media vuelta, tirar las sábanas a las canastas y salir de la habitación no sin antes avisarme.

— Traeré el té junto a las pastillas, no tardo. —sentencia en aquel tono frío y sobrio que comenzó a utilizar conmigo desde que puse un pie en casa a altas horas de la madrugada.

Todo recuerdo era borroso, pero no invisible. Recordaba lo que había sucedido.

Mi deseo no fue regresar, más no tuve opción de más.

Luego de aquella pelea lo que menos obtuve fue contacto con el resto del grupo. Me limité a mantenerme a un lado de Thomas y disfrutar del concierto y el resto de la noche a su lado.

Bebimos a más no poder y luego de precisamente aquello es que todo se hace difícil de recordar.

Vagamente nos visualizó por las calles corriendo como dos desquiciados y terriblemente borrachos, luego este cargándome y recostándome en su auto para luego dejarme a las afueras de mi casa.

El último rostro que vi a partir de aquella madrugada fue el de mi madre hundida en lágrimas y arrodillado a un lado de mi débil cuerpo.

Desee odiarla en aquel momento, desee alejarme porque me encontré a mi misma dañada por sus palabras, pero no pude.

En el fondo ardía como mil infiernos, pero de lo mucho que dolía tenerle a mi lado a pesar de lo ocurrido horas antes.

A ella no le importo.

Pero Thomas...

¿Por qué se alejó cuando prometo mantenerme lejos, pero a su lado?

¿Qué ocurrió realmente que yo no logré recordar?

Tendría que hablar con él una vez me encontrase en mis cinco sentidos y no solo él, también André.

Sus palabras se insertaron en mi cabeza y veía que estas no estaban dispuestas a abandonarla.

DESTRUCCIÓN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora