Capítulo 30 : Destrucción.

5.7K 392 155
                                    

POV ANDRÉ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV ANDRÉ.

Tarde o temprano se enterarían de todo.

Ahora ya lo saben y yo solo puedo arrodillarme ante ellos y esperar mi castigo.

El sabor espeso y metálico de la sangre se mezcló entre mis labios haciendo fruncir el gesto con desagrado.

Las lágrimas en su lugar no se detuvieron en ningún momento.

Desde haber recorrido kilómetros en auto hasta recoger a Ada y Josephine, hasta pasar por Saúl y Gastón en el punto indicado.

Las lágrimas no se detuvieron nunca.

Estas únicamente hicieron intensificarse en cuanto llegamos a un punto seguro después de haber presenciado con nuestros propios ojos como Madeleine era llevada en manos del diablo. Una pequeña casa alejada del centro de Miami la cual nadie conocía a excepción de mí, tan solo allí caí verdaderamente de rodillas y hasta el momento sigo en ellas.

En gritos y lágrimas perdidas los cuatro me exigieron una verdad que por más que yo me esforzará en dejar de lado, sabía que no podía.

Ellos debían saberlo.

Debían saber lo que yo, la familia Miller, Thomas y Vladímir hicimos por años.

Sin más, me lo merecía.

Merecería todo lo malo que pudiese pasarme una vez tuviese a Madeleine a salvo en mis brazos.

Pero justo ahora, era un peligro que se mantuviesen alejados de mí.

Era un peligro y me dolía imaginármelos lejos de mí, sin embargo, ardía saber que en cualquier momento sucedería.

Una vez todo acabase ellos se alejarían.

— Eres un hijo de Perra. —escupe Saúl con su aliento a la par del mío.

Cuerpo con cuerpo y rostro con rostro.

— ¿Cómo pudiste ser tan inhumano? Ni siquiera vale la pena estar enojado con escoria como tú, te has ganado la decepción de todos, has perdido la confianza y amor de todos y créeme, maldigo hijo de puta... —sisea apuntándome de frente con el dedo. —Un puto saco de dinero no reemplazará en tu puta vida lo que acabas de perder y espero te duela como mil infiernos.

— ¿Por qué? —jadeo aquella voz a mi izquierda que solo hizo destrozarme a un más el alma. Gastón. —Era tu amigo, André, casi como un hermano...

Algo en mi interior se revolvió de manera agresiva.

¿Cómo los sentimientos llegaban a doler tanto? Incluso superando cualquier ruptura física.

Me mataba la vergüenza y la impotencia.

Traicione a las personas que amo.

¿Realmente los amé? ¿O solo los amé para cuando ya fue muy tarde?

DESTRUCCIÓN +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora