Capítulo largo.
Puedes acomodarte y disfrutar por un largo rato.😉— No creo poder ingerir otro litro de alcohol en mucho tiempo —me quejo, tomando de mi batida, mientras masajeo mi cien.
Gastón bufa y pone los ojos en blanco mientras me plantea el hombro.
— Eso dices ahora —asegura, guiándome un ojo.
— Por primera vez puedo estar de acuerdo con la molestia de Gastón —concuerda, Odette con una sonrisa amable.
Oh vamos, que eso era de todo menos amable.
— No sé aún como puedo tenerte de amiga —se queja, Gastón, atragantándose con la ensalada.
— Oh Dios —me mofo, desviando la vista hacia las tiendas a nuestro alrededor.
— ¿Sabes masticar? —le pregunta, Odette y aquel es el iniciativo Perfecto para una pelea que no parece tener fin.
Sonrió divertido mientras me mantengo ajena a la pequeña discusión que comienzan entre ellos. Limitándome a observar a las personas pasar de aquí para allá y entrar y salir de las tiendas.
El día de ayer y parte de la madrugada había transcurrido de fiesta en fiesta, fue una total locura. Ni siquiera recuerdo el cómo llegué a casa.
El nivel de ebriedad que lleve encima me hizo olvidar la mayoría de lo sucedido, pero algo tenía en claro y es lo mucho que me desvanecí ayer.
Parte del miedo desapareció con ello y ameritaba en gran parte a Thomas, el cual parecía no temerle a nada ni a nadie.
Tan solo el puto Thomas Miller viviendo sin frenos y yo a su lado, dispuesta a no detenerme hasta que vea las advertencias sobrepasar mi cabeza. Si es que él me permite verlas.
Una vez mis ojos se abrieron de par en par y analizaron el hecho de que al menos me encontraba viva y en un lugar conocido, tuve que recurrir a manos ayudantes para refrescarme la memoria.
Y quien mejor que Gastón y Odette o mejor conocidos como la máquina de sexo callejera y la aliada amante a las carreras ilegales de caballos.
Sonrió abiertamente y con una pizca de burla por mis propios y absurdos pensamientos.
Decidimos quedar en un centro comercial y platicar para aclararnos sobre lo sucedido la noche anterior. En resumen ellos tampoco recordaban ni mierda.
La intriga de lo que hubiese pasado ayer se quedaría tal cual.
— ¿Alguna vez han ido a Las Vegas? —escupo de golpe, si saber muy bien de donde me vino preguntar aquello.
Desvío la mirada de todo a mi alrededor y la clavo en ellos.
Gastón frunce el ceño confuso ante mi repentina pregunta y se da media vuelta hasta quedar de frente a mí.
— ¿Nos ves cara de millonarios, Jones? —inquiere, chasqueando los dedos.
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DESTRUCCIÓN +18
Romance"Quiero cortarte de mis sueños." No había límite que se interpusiera entre él y yo. Yo fui capaz de amarte y lo hice. Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste. Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos. - No de alguien como yo, se que hacer pa...