"Quiero cortarte de mis sueños."
No había límite que se interpusiera entre él y yo.
Yo fui capaz de amarte y lo hice.
Fuiste capaz de destruirme y lo hiciste.
Una obsesión disfrazada de amor ante mis ojos.
- No de alguien como yo, se que hacer pa...
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POV Thomas.
Una semana después.
Que semana más monótona...
Dejo el humo escapar de entre mis labios en tan solo un suspiro, dejando que la liviana brisa lo dispersase por el aire.
El día parecía brillar hasta su mayor punto. Un cielo azulado, nubles blanquecinas y brillantes.
Respire hondo sin poder evitar o reprimir la sonrisa que se deslizó entre mis labios.
Todo en la vida iba tan bien.
Tenía un imperio a mis pies.
La que creí sería la mejor mercancía seguía bajo nuestro mando.
Ganaba mucho dinero y parecía que todo seguía su curso de manera correcta.
La policía y agentes hacían la vista gorda sobre nosotros gracias a nuestras sofisticadas movidas y deslices.
Nadie sospechaba nada.
Hugo y Zoé se mantenían de nuestro lado de manera firme, a excepción de un André el cual aún no daba señales de vida.
No sabía con exactitud una vez lo tuviese enfrente.
¿Lo mataría? ¿O él se arrepentiría de tal estupidez cometida?
Eran muchas las opciones, pero la única respuesta precisa era que dudaba por mucho que saliese vivo de igual manera.
— Joder... —murmuró observando el hermoso y extenso paisaje a través del gran ventanal de cristal de la cocina.
Mantuve mi cuerpo apoyado en el umbral de esta la cual se mantenía completamente abierta dejando que las ráfagas de aire llegasen a mí directamente.
Delante podía apreciar en su máximo esplendor como el jardín trasero era decorado por más de veinte personas al azar, moviéndose, cargando y arreglando cosas sin parar.
Y no era por menos, después de todo hoy era una noche importante.
Una nueva subasta abría sus puertas hoy y personas que podían aniquilarnos con sus propias manos si así lo quisiesen habitarían La Mansión.
Apenas y eran eso de las nueve de la mañana, sin embargo, todo se mantenía agitado y con una energía que me hacía ir al cielo y ver mares.
Hoy ganaríamos una pasta increíble.
— ¿Es muy relevante la subasta de hoy? —inquiere aquella voz chillona a mis espaldas.
Que idiotas podían llegar a ser las mujeres.
¿Qué clase de pregunta era esa?
— Todas las subastas son cruciales, Odette. —ironizó haciendo una mueca.
