-Eres un maldito idiota.- Eliminé el espacio entre nosotros y pegué mis labios con los suyos.
Mis manos subieron a su cuello y las suyas apretaban mi cintura. Nos separamos y lo miré a los ojos, me tenía completamente bajo su poder, aunque odie decirlo, una parte de mí siempre sería suya y su estúpida sonrisa solo lo confirmaba.
-Déjame arreglar las cosas, por favor, no hablaba en serio aquella vez, sabes que te amaba y lo sigo haciendo, no puedo estar sin ti ____, déjame, déjame arreglarlo, déjame estar contigo, te necesito.
-Finn.
-Escúchame, solo... no quiero dejarte ir, si tengo la oportunidad de estar nuevamente contigo haré lo que sea, pero por favor, no me pidas que me aleje porque no lo haré, no puedo, no quiero hacerlo y sé que sigues sintiendo lo mismo que yo, no puedes negarlo, solo déjame hacerlo.
-Te sigo amando como el primer día, te amo tanto Finn, no quiero alejarme de ti, no quiero.
-No lo hagas.
-Tom no se merece esto, estoy siendo una mierda.- Dije alejándome de él.
-Olvídate de Hiddleston, solo me importa lo que sientes.
-Tengo que hacer lo correcto, hablaré con él.
-¿Eso quiere decir que me das otra oportunidad?
-¿Serás un idiota conmigo?
-No, no otra vez.
-Todo a su tiempo Wolfhard.- Dije alejándome de él, le sonreí, te veré en casa.- Dije abriendo la puerta.
-Eso sonaría perfecto si fuera de otra manera.- Me sonrió.
Corrí otra vez hacia él para darle un segundo beso.
-Llevaré sushi.- Dijo sonriendo.
-Excelente, nos vemos.
Salí de la oficina.
-Tom.
-Me mentiste.
-No, no, Tom déjame explicarte.- Dije acercándome para tomarle el brazo.
-No me toques niña.
-Tom.
-¿Que me vas a explicar? Que te fuiste de ofrecida y te metías con ese idiota mientras me...- Le di una bofetada.
-Eres una mierda Hiddleston, en tu maldita vida vuelvas a insultarme, pedazo de idiota.
-Ah! Yo soy la mierda? Yo no estaba besando a otra en su oficina, yo no me metía con otra estando contigo.
-NO ME METÍ CON FINN!- Grité y el pecoso salió de su oficina.
-Hijo de puta.- Dijo Tom y le dio un golpe en el rostro.
-TOM!
-No tengo que preguntar que está pasando.- Habló mirando fijamente a Tom.- Puedes golpearme todo lo que quieras, eso no cambiara las cosas, Hiddleston.
-Eres un maldito...- Lo interrumpió.
-No nos hagamos idiotas Hiddleston, sabías perfectamente lo que ella vivió conmigo y si no pues te lo digo, ella siempre me ha querido aunque te lo haya negado, nunca pudiste y jamás podrás cambiarlo, fuiste una gran distracción para ella, por un tiempo, pero sé que en el fondo te tiene un gran cariño, porque me imagino que fuiste tú quien estuvo con ella en momentos difíciles. Lamento mucho que las cosas hayan sucedido así.
-Eres un maldito mentiroso, no lamentas absolutamente nada.
-Tienes razón, no lamento que ella me prefiriera a mí, pero si que se haya metido con un tipo como tú, no la mereces.
-Y ¿tú sí? La jodiste Wolfhard, el que menos la merece eres tú.
-También tienes razón, no la merezco, pero la decisión es de ella y si prefiere estar conmigo tienes que respetar eso.- Dijo mientras me tomaba de la mano.
-¿Por qué ____?- Me preguntó casi en susurró.
-Porque lo amo Tom, siempre fue él y siempre lo será. Lo siento.
-No vuelvas a acercarte a mí, ninguno.- Dijo por último y se alejó.
-¿Estás bien?- Me preguntó el ruloso.
-Me lo pregunta el que tiene tremendo golpazo en el rostro ¿te duele?
-No es nada, no tienes ni que preocuparte, lo sabes.
-Me lo imagino, te he visto con peores golpes.
-No entraremos en temas viejos.
-No pretendía hacerlo, me quiero ir a casa ¿me acompañas?
-Tengo trabajo pero creo que puedo hacerlo en mi casa.
-Te ayudaré.
-Tienes que, sigo siendo tu jefe.
-¿Quieres que te de otro golpe para que haga juego con el de Tom?
-Pero cuanta agresividad.
