Tom.

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-Demián ven acá, ¡ahora!- Le grité al pequeño ya que se había soltado de mi agarré y echado a correr a los juegos del parque.

-Vamos a quedarnos un rato, sí.

-Sabes que jamás te diría que no.

-Te quiero mucho princesa.

-Yo más enano, anda ve a jugar.

Saqué mi celular de la bolsa y chequeé mis redes, tenia mensajes de, Sadie, los abrí y contesté. Realmente no tenía ganas de estar aquí, mil veces prefería estar en mi habitación viendo todo un maratón de películas, pero mi padre me obligaba a salir para distraerme y Demián, era un buen gancho para eso. Hace mes y medio que había visto a Finn y no negaré que la he pasado fatal.

Mi padre odia verme así y mi madre está más feliz que nunca por la decisión que tomó, Finn. La muy descarada dijo que por fin pensaba y tomaba una buena decisión. La relación con mi madre va de mal en peor, pero trato de evadir la cada que puedo.

-Hola.- Habló con una voz muy gruesa un hombre alto, de unos hermosos ojos azules y una perfecta sonrisa.

-¿Hola?

-Perdón por el atrevimiento pero te vi desde el otro lado y estás muy linda.

-Hm! Gracias- Respondí confundida y muy sonrojada.

-¿Puedo?- Preguntó viendo el lugar que estaba a un lado mío.

-Claro.

-¿Qué hace una chica tan bella sola?- Ok este hombre me pone nerviosa, tiene una mirada muy hermosa que sólo con verla hace que todo mi cuerpo se estremezca.

-P-pues.- Pase la poca saliva que tenía y respire mejor.- Traje a mi hermano pequeño al parque.

-Oh! Supongo que es el pequeño ruloso que está jugando con mi hija.

¿Hija? ¿Es casado? Espera, a mí que me importa.

-Su hija es linda...

-Tom, Tom Hiddleston.

-Un gusto, soy, ____ _____.

-Tienes un hermoso nombre, así se llamaba mi abuela.

-No es un nombre muy común.

-No, es lindo y tiene un significado especial.

-Entonces, la pequeña es su hija.

-Efectivamente y dejemos la cordialidad, sólo Tom.

-Bien, Tom ¿Y su...

-¿Madre?

-Sí, lo siento, no debí preguntar.

-Tranquila, me divorcié hace dos años.

-Lo siento.

-No lo sientas, era una bruja.- Reí por su comentario.

-Te ves linda cuando sonríes, cuando me acerqué te vi metida en otro mundo, perdón por ser tan observador, sólo que me llamaste la atención y te noté triste.

-Ah! No es nada, todo está bien.

-No te creo, pero se cuando no tengo que seguir de preguntón.

-Problemas sentimentales.

-No me gustaría saber eso, no por ahora.

-¿Por ahora?- Pregunté confundida.

-Sí, por ahora, ¿Quisieras ir a tomar un café? o ¿un trago? Lo que gustes.

-Un café estaría bien.

Nos levantamos de la banca y fuimos por los pequeños que ahora ya eran los mejores amigos. Pasar la tarde con Tom y su hija fue muy agradable y me distraje de mis problemas. Dejé de pensar por un momento esas palabras que me hicieron tanto daño. Pero el gusto sólo me duró un rato, después de que Tom nos dejara en casa, nos despedimos e intercambiamos números para estar en contacto y salir algún otro día.

Tomé una larga ducha y me acosté en mi cama, mi celular vibró, era un mensaje de Tom.

-Lamento la hora, sólo quería desearte una linda noche y agradecerte por salir a tomar un café, es muy agradable señorita, _____.

Reí por lo de señorita.

-Gracias por invitarme ese delicioso café Señor Hiddleston, que tenga una linda noche.

Dejé mi celular en el buró y apagué la luz.

Finn llegó a mi mente, no me puedo ni imaginar lo que ha de estar pasando, el horror que está viviendo en estos momentos.

Eres un tonto Finn, pero te amo tanto.




Amor Ilegal |F.W.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora