Dos semanas, dos malditas semanas castigada, sin salir, sin mis aparatos electrónicos, sin Finn. Me encontraba en mi cama, mirando a la nada, el sonido de la puerta me sacó del trance en el que me encontraba.
-¿Puedo pasar?.- Sonreí levemente.
-Claro papá.
-¿Cómo te encuentras?.
-Muy aburrida.
-Ya lo creo.- Lo miré y recordé el por qué estaba castigada, solo baje mi mirada.- Él, ¿es importante para ti?.
-¿Te refieres a...?.- Dije mirándolo.
-El causante de que estés aquí.
-Finn.
-Exactamente.
-Si, creo que...
-Te gusta.
-Si.- Volví a bajar la mirada.- Sé que es malo.
-No le veo lo malo.- Lo miré un poco confundida.- Alguna vez escuché que, para el amor no hay edad.
-Podría ir a la cárcel.
-Eso también.
-Ya no importa, mamá no aceptaría eso ni aunque fuera mayor de edad.
-Debería hacerlo, "mamá" no será la novia sino tú, además, uno no elige de quién enamorarse.
-¿Tú lo aceptarías?.
-Sé qué ese chico está en un mal camino.
-Él podría cambiar, podría ayudarlo.
-No puedes cambiar a una persona, el amor algunas veces lo hace.
-No creo que él sienta algo por mí.
-Yo creo que sí.- Lo miré confundida.- Si no fuera así, entonces por qué espero dos horas a que terminara la junta para poder hablar conmigo.
-¿Él hizo eso?.
-Si, tú madre lo amenazó, él fue amablemente a explicarme, se desahogó, pero no soy la persona indicada para hablar de eso.- Dijo levantándose de la cama.- Toma, esto es tuyo.- Dijo dándome mi celular.- Ya no estás castigada.
-Te amo tanto papá.- Dije y lo abracé.- Gracias.
-Sólo prométeme algo.
-Sí.
-Promete que no harás nada de lo que te puedas arrepentir.
-Te lo prometo papá.
-Esa es mi niña.
(...)
-Te miras bellísima.
-Pues tú no te quedas atrás.
-Ya casi es hora, vamos.
-A la fiesta.- Grité entusiasmada. Sadie soltó una carcajada.
Tomé el auto que era de mi padre, digo era porque ahora es mío, me lo dio de regalo adelantado por mi cumpleaños, conduje hasta la fiesta. Cuándo llegamos noté que había personas en exageración, eran muchísimas. Mi amiga y yo nos vimos y sonreímos, está fiesta sería la mejor. Sólo espero que esté aquí.
Entramos, la música retumbaba por toda la casa, las personas se encontraban bailando y tomando. Sadie me tomó del brazo para llevarme al centro donde se encontraban todos, obviamente no me negué, hace tiempo que no nos divertíamos así.
Seguíamos bailando al ritmo de la música, mi mirada se dirigió a las escaleras de la casa. ahí estaba, mirándome con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, sonreí al verlo ahí. Dejó de verme y subió las escaleras.
-Ahora vengo Sadie.
-¿A dónde vas?.- No respondí y sólo le sonreí, al parecer entendió.- Ve por él.
Asentí y caminé entre toda la multitud de personas, subí las escaleras y lo vi recargado en la puerta de la última habitación, al verme entró y cerró. No dude en ir a ésta y entrar. Todo se encontraba totalmente oscuro, la poca luz que había era la que entraba por la ventana gracias a la luna. Cerré la puerta y caminé.
-¿Finn?.
No obtuve respuesta y caminé hacía la ventana, la luna se veía realmente hermosa.
-Es linda.- Me susurro al oído el pecoso.
-Muy.- Dije volteando a verlo, aunque no se distinguía a la perfección.- Te extrañé.- Dije tomando su mano.
-Y yo pero ya no lo soporto.
-¿Qué?.
-No puedo creer que ahora esté a punto de decirte que... siento algo por ti, estoy totalmente perdido sin ti, no puedo estar lejos de ti, te necesito, necesito que estés conmigo, que me hagas tus bromas, que hables sin parar, que me hagas reír como solamente tú puedes hacerlo, sacas lo mejor de mí. Es imposible que siga guardando todo esto, este sentimiento, sé que esto no es posible, sé que podría traer consecuencias muy graves y que tal vez pienses que soy un depravado por decirte que me gustas en todos los sentidos posibles, pero yo no le dije a mi corazón que podía enamorarse de ti, yo no escogí enamorarme de ti, me tienes completamente obsesionado. Perdón pero no puedo seguir ocultando esto.
-¿Hace cuanto sientes eso?.
-Meses.- No sabía que decir, estaba enamorada de Finn, pero al escucharlo decir todo eso me dejó completamente sin palabras.- No te quedes callada, me estás matando la curiosidad de saber que piensas, de saber si tú sientes lo mismo que yo siento.
-Finn.
-Yo sé, sé que esto podría salir mal pero, mierda! ____, yo qui...- No dejé que terminara porque lo besé.
Besé a Finn, sus labios eran tan suaves que me sentí completamente perdida, estaba totalmente jodida al igual que él, pero eso no importó mucho, estábamos disfrutando de esto. Nos separamos por falta del maldito aire y juntamos nuestras frentes.
-Creo que no hace falta volver a preguntar.
-Siento algo por ti, es tan fuerte que no me deja pensar en otra cosa que no seas tú, desde que te conocí y empecé a compartir mi tiempo contigo sentí cosas extrañas, no sabía exactamente que era, pero si tenía claro que enamorada no estaba, concluí que solo era atracción, pero el tiempo iba pasando y lo supe, me estaba enamorando, pasaron los meses y lo oculté, sabía que no podría hacerlo por mucho tiempo más y ya no había vuelta atrás, estaba completamente enamorada de ti. Ahora puedo decirte que quiero estar contigo, sé que podrías terminar en la cárcel, pero no puedo estar lejos de ti.
-Me tienes completamente loco.- Dijo y me besó.