-¿Que diablos?. - Dije una vez que vi a un niño pequeño parado en el marco de la puerta.
-¿Demián que haces aquí?.- Dijo el ruloso.
-Yo vivo aquí.
-Se suponía que tendrías que estar con Estrella.
-Me dejó aquí hace una hora.
-¿Qué?, ¿Por qué?.
-Tenía un compromiso.- Dijo y me miró.- ¿Quién es ella?, ¿es tu novia?.
-Me llamo ____.
-Yo Demián.
-Un gusto Demián, Finn me puedes explicar esto.
-Finn, tengo hambre.
-Prepararé la comida, sube a tu habitación.
-Bien.
-Puedo explicarlo.
-Eso me gustaría.
-Es mi hermano menor.
-Dijiste que no tenías familia.
-Pues para mí no tengo, solo él.
-¿Qué?, ¿cómo?.
-Tengo un hermano mayor y padre.
-¿Y solo viven ustedes dos aquí?.
-Si.
-¿Y tu madre?.- Él solo agachó la mirada.- Lo siento.
-No, no pasa nada.
-¿Quieres hablarlo?.
-No lo sé, según las personas y mi padre, ella murió.
-No es necesario que digas algo más si no estás seguro de tratar este tema con una desconocida.
-No eres una desconocida.
-No sabes nada de mí.
-Buen punto, dime algo que no sepa.
-Mmm... ¿Cómo que?.
-Piensa en algo niña.
Tal vez no sea tan malo pasar tiempo con Finn, mientras él cocinaba hablábamos de cosas sin sentido alguno, este hombre realmente era divertido.
-Bien, ya está listo.
-Pondré la mesa.
-Si, yo iré por Demián.
Asentí con la cabeza y tomé algunos cubiertos que se encontraban en la alacena de la cocina, fui al comedor y empecé a poner estos, Finn bajo con Demián a un lado suyo, yo llevaba la comida y la puse en el comedor. La comida pasó a base de algunas anécdotas que contaba de mi vida, mis tragedias de niña y parte de mi adolescencia.
-Iré a mi habitación para jugar un rato.- Dijo el pequeño, sin esperar respuesta alguna se marchó.
-Creo que ya es hora de irme, mis padres se molestaran si llego tarde.
-Yo te llevo.
-Gracias por la comida.- Dije tomando mis cosas y dirigiéndome a tomar la perilla de la puerta, gire a verlo.- Estuvo deliciosa.- Le dije con una amplia sonrisa, él solo se acercó a mí y posó su mirada en mis ojos, la desvió a mis labios y volvió a mirar mis ojos.
-Cuando gustes.- Dijo y sonrió
Salimos de la casa y subimos al auto, el camino a casa fue silencioso, no dejaba de pensar en la situación de hace un rato, esa sensación cuando Finn se acercó a mí y como me miró. Esa sensación era inexplicable, ni siquiera podía descifrar que era, pero de lo que si estoy segura es que no es amor, no me puedo enamorar de alguien si apenas y lo conozco, tal vez solo es atracción, pues Finn no es feo.